El príncipe Harry y su esposa Meghan Markle volvieron a hacer presencia en un acto oficial del Reino Unido luego de dos años de su sonada partida a California. Para esta ocasión, hicieron un discreto regreso público durante el desfile que inició el jubileo de la reina Isabel II.

La pareja estaba manteniendo un perfil bajo en esta visita al Reino Unido, desde que abandonaran oficialmente sus funciones como miembros a tiempo completo con la Monarquía británica.

Carlos de Inglaterra llegó este viernes a la Catedral de San Pablo, en Londres, donde sustituirá a su madre, Isabel II.

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Vuelven a Londres

El duque y la duquesa de Sussex, excluidos del balcón del palacio de Buckingham al ser ahora miembros no activos de la realeza, permanecieron invisibles a las retransmisiones del desfile del ‘Saludo a los colores’, observándolo desde la antigua oficina del duque de Wellington.

Carlos llegó al templo acompañado de su esposa, Camilla, Duquesa de Cornualles, mientras su madre sigue los acontecimientos por televisión desde su residencia en Windsor (Berkshire) al no poder estar presente por “ciertas molestias”, según indicó un portavoz oficial.

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Los tabloides mostraron sin embargo fotos de Meghan, ataviada con un vestido oscuro y gran sombrero blanco, hablando con Harry, cuyo traje oscuro contrastaba con el uniforme militar tradicional que llevaban su padre Carlos y su hermano mayor Guillermo durante el desfile.

Ésta, llamada así en homenaje a la reina, no se ha reunido jamás con la soberana ni con su abuelo Carlos. Cumplirá un año el sábado, durante el fin de semana del jubileo.

Enrique y Meghan, que llegaron el miércoles en jet privado, han sido escoltados por agentes de protección de la reina, lo que el tabloide interpreta como un gesto de acercamiento.

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