El antagonista del nuevo largometraje de Marvel, ‘Black panther: Wakanda forever’, es mejor conocido como Namor. Sin embargo, el nombre “real” del personaje interpretado por el actor mexicano Tenoch Huerta, hace alusión a un dios de la mitología Maya.

“Mi pueblo me dice Kukulcán”, dice el villano de esta película, en los mitos es también conocido como la Serpiente (K’uk’ul) Emplumada (Kan) y estos son los nombres de la deidad que en la cinta toma forma de humano con orejas puntiagudas y alas en los tobillos. La mitología de la civilización que habitó la Península de Yucatán rendía culto a este dios relacionado con el viento y el agua, que no era exclusivo de los Mayas, ya que también estuvo presente en otros territorios.

(Vea también: [Video] Niño confundió a su papá con personaje de ‘Black Panther: Wakanda Forever’)

Aunque en los cómics Namor es un personaje que proviene del reino de Atlantis, la visión del director Ryan Coogler para Black Panther 2 lo llevó a darle a este anti-héroe un trasfondo mesoamericano. Kukulcán es una de las deidades que también está relacionada a otro dios mesoamericano llamado Quetzalcótal. Los templos ceremoniales dedicados a este dios fueron abundantes durante el periodo precolombino y fue incluido como una de las máximas deidades en el texto sagrado de la región: el Popol Vuh.

El origen de esta deidad continúa siendo un misterio, aún se debaten preguntas que cuestionan si realmente fue un dios. A pesar de esto, la representación tradicional de la Serpiente Emplumada se deriva de su nombre, aunque las descripciones afirman que tiene una nariz alargada y truncada. Los códices que han encontrado los arqueólogos han encontrado menciones al dios en textos cercanos al origen de esta civilización.

(Vea también: ‘Harry Potter y el legado maldito’, un libro que está a puertas de convertirse en película)

“Pensaban que había nacido en el mar para convertirse en uno de los responsables de la creación del Universo y el maíz. En otro se le representó con objetos y animales que recordaban a los cuatro elementos necesarios para la vida: tierra [maíz], agua [pez], aire [buitre] y fuego [lagarto]. Esto, conforme avanzó el tiempo, impulsó su relevancia por encima de otros dioses Mayas”, escribió Andrés Olascoaga de la revista Muy Interesante.

Al ser un réptil, el dios podía habitar la tierra y el mar. “Al contar con la gracia de una deidad así, los Mayas pudieron asentarse en comunidades fijas, dando paso a la fundación de sus primeras ciudades. En ellas, como Mayapán, Maní y Chichén Itzá, construyeron enormes templos ceremoniales en su honor. En este último, hoy considerado una las siete maravillas del mundo moderno, construyeron una pirámide flanqueada por efigies de Kukulkán que permite –mediante una ilusión óptica– ver el descenso de una serpiente por su escalinata principal durante”.

A pesar de su estatus como dios, muchos textos afirman que Kukulcán es la versión glorificada de un hombre común. “Según mito tradicional, Kukulkán era un viajero y guerrero místico que llegó a Yucatán después de surcar las aguas del oeste. Una vez en la zona participó en la edificación de Chichén Itzá y creó el maíz para alimentar a su pueblo, quienes inmediatamente lo relacionaron con el comercio, la sabiduría y la religión”.

A Kukulcán le atribuían tormentas y terremotos. Solían decir que era el responsable de los cambios climáticos y una de las leyendas afirma que había nacido con piel de serpiente y para que su hermana, el único familiar que se hizo cargo de él, supiera que seguía con vida, movía su cola dentro de su cueva hasta causar sismos en la región.

Lee También

Mark Cartwright, de la enciclopedia World History, escribe que “era un dios creador y el dios de la lluvia, el viento, las tormentas y la vida. En toda Mesoamérica, por sus hábitos, la serpiente se convirtió en un símbolo de la vida tanto por debajo como por encima de la tierra, por lo que se consideraba un punto de conexión entre los dioses y la humanidad. Las bocas abiertas de las serpientes se identificaban con las cuevas, que dan acceso al inframundo, y sus cuerpos suelen tener símbolos celestes en el arte mesoamericano”.

La película explora la cultura Maya y Azteca con Namor y su pueblo, que habitan en el reino submarino de Talokan, inspirado en el paraíso Maya Tlālōcān. ‘Black Panther: Wakanda Forever’ retoma elementos de diferentes culturas y los mezcla en personajes y escenarios rescatando la historia y tradición mexicana para convertirlas en una historia de superhéroes.