Albus Dumbledore es, sin duda, uno de los personajes más queridos del universo de Harry Potter. El director de Hogwarts no es solo un gran amigo, sino que guarda la sabiduría ancestral de la magia.
Sin embargo, su pasado tiene recuerdos difíciles, momentos que lo marcaron para siempre y que en la película de ‘Animales Fantásticos: los secretos de Dumbledore’ no se terminaron de explorar.
1. Dumbledore y Grindelwald
Más allá de su relación amorosa, una carta es prueba de que -siendo joven- Albus Dumbledore coincidía con las ideas extremistas de Grindelwald e incluso estaba de acuerdo con qué los magos gobernaran sobre los ‘muggles’. Esto decía esa carta:
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“Creo que el punto clave es tu opinión de que los magos deben ejercer su dominio POR EL PROPIO BIEN DE LOS ‘MUGGLES’. Sí, nos han dado poder y, en efecto, semejante poder nos da derecho a gobernar, pero también nos asigna responsabilidades sobre los gobernados. Debemos subrayar este concepto porque será la piedra angular sobre la que empezaremos a construir. Cuando encontremos oposición —y sin duda la encontraremos—, esa será la base de todos nuestros argumentos. Nosotros asumimos el control POR EL BIEN DE TODOS, lo que implica que cuando hallemos resistencia, debemos emplear solo la fuerza imprescindible. (¡Ese fue tu error en Durmstrang! Aunque no me quejo porque si no te hubieran expulsado, no nos habríamos conocido)”.
2. Un padre con cadena perpetua
Percival Dumbledore murió en la prisión de Askaban, pero ¿cómo terminó allí? Al ver a su hija Ariana siendo acosada por unos jóvenes que la observaron haciendo magia, el papá Dumbledore utilizó la maldición cruciatus para torturarlos. Este comportamiento hizo que le dieran cadena perpetúa y marcó a la familia para siempre.
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3. Dos muertes, dos accidentes
Ariana, la hermana menor de los Dumbledore, siempre tuvo problemas para controlar la magia y por eso nunca fue a Hogwarts. En uno de los episodios de caos, cuando tenía solo 14 años, ella causó una explosión que mató a su madre, Kendra.
Fue en ese momento que Albus regresó a hacerse cargo de la casa y, al mismo tiempo, conoció a Gellert Grindelwald. Juntos forjaron una relación cercana, creada a partir de la atracción y los ideales.
Un día, Aberfoth -hermano de Albus- le cuestionó que estuviera más pendiente de sus sueños con Grindewald que de Ariana; entonces comenzó un impresionante duelo mágico entre los tres y, por accidente, uno de los hechizos le quitó la vida a la pequeña Ariana.
Aunque la tercera entrega de Animales Fantásticos menciona por encima algunos de estos sucesos y Jude Law hace una gran interpretación, en la Banda del Cómic creemos que este paso de Albus Dumbledore se hubiera podido explotar un poco mejor para darnos toda la complejidad de un personaje tan importante el mundo de Harry Potter.
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