Y es que Scott, ex de Kourtney Kardashian, lleva años lidiando con problemas de alcohol, depresión y excesos en las fiestas, algo similar a lo que experimentó el jugador de baloncesto y exmarido de Khloé Lamar Odom, quien incluso terminó en las drogas.

Kris Humphries, exesposo de Kim, tampoco soportó mucho tiempo estar involucrado con una de las familias más famosas del entretenimiento, por lo que no sobraba la pregunta de GQ al rapero y la empresaria de cosméticos.

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“Ni siquiera estoy mirando a los hijos de puta. No estoy mirando mierda. Kylie realmente me quiere por mí”, contestó Travis, para luego añadir que contrario a lo que puedan pensar, no le genera ningún tipo de nervios el tema: “Estoy en mi propia isla. Así que ven al mundo de Astro. No me interesa nada de la otra mierda. No me involucro. Estoy aquí. Kylie es diferente”.

Sobre la famosa ‘maldición’, Kylie también tuvo sus opiniones: “No es solo con hombres. Son amigos, son personas que llegan y no saben cómo manejarlo. Es la negatividad. Hay mucha gente que nos ama, pero también una manada a la que no le gustamos”.

La empresaria, que logró ser portada de Forbes este mes, le ha enseñado poco a poco a su pareja que a todo lo que dicen de ella no se le debe dar tanta trascendencia y que lo mejor es pasar la página rápidamente.

“Sé que a él no le gusta la atención, por eso es que hacemos todo lo posible para mantener nuestra relación en privado”.