A la decisión de Adidas de romper cualquier colaboración con el rapero estadounidense Kanye West, se suman ahora las posiciones de las marcas de de ropa informal Gap y de calzado deportivo Foot Locker, que también dieron un paso al costado después de los últimos comentarios antisemitas del controvertido rapero.

Gap, que en agosto cesó su colaboración con la marca ‘Yeezy’ del rapero, dijo en una nota que iba a retirar “los productos YeezyGap” de sus tiendas y a cerrar la página web de esa línea en represalia contra su exsocio, y tildó de “inexcusable” el “antisemitismo, el racismo y el odio en cualquier forma”.

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Por su parte, Foot Locker anunció también la retirada de las zapatillas ‘Yeezy’ de sus estanterías y su página web, y agregó que no venderá nuevos productos de la marca, declarando que “no tolera ninguna forma de antisemitismo o comportamiento de odio y discriminatorio”.

Estas medidas siguen a la sonada ruptura de Adidas con Kanye West, quien comercializaba las cotizadas Yeezy a través de la gran empresa de productos deportivos, lo que ha borrado 1.500 millones de dólares de su fortuna y lo sacó de la lista de multimillonarios de la revista Forbes.

“Adidas no tolera el antisemitismo ni ninguna otra forma de discurso de odio”, afirmó la compañía en un comunicado, anunciando el “fin inmediato” de la colaboración con West.

Otras empresas que decidieron alejarse del polémico músico y diseñador han sido la empresa de ropa de lujo Balenciaga, la revista Vogue, la agencia de representación CAA, la plataforma de comercio The RealReal y el estudio de producción MRC.

West escribió a principios de octubre una serie de mensajes antisemitas en Twitter e Instagram, y previamente acudió a un desfile en París luciendo el lema “White Lives Matter” (“Las vidas blancas importan”), utilizado a menudo por supremacistas blancos en respuesta al movimiento contra el racismo “Black Lives Matter” (“Las vidas negras importan”).

La presión sobre los socios del rapero -que oficialmente se llama Ye- para tomar alguna medida de represalia por su comportamiento, creció esta semana, cuando un grupo de odio desplegó una pancarta en una autopista de Los Angeles en la que se leía “Kanye tiene razón sobre los judíos”.

Ye también enfrenta una demanda por difamación de la familia de George Floyd, el afroamericano asesinado por un policía en Mineápolis (EE.UU.) en 2020, que le reclama 250 millones de dólares por decir en un podcast que la causa de su muerte fue el consumo de fentanilo y no la violencia policial.

Instagram ya impidió publicar en su plataforma a West, que dice sufrir un trastorno bipolar a propósito de su divorcio con la estrella estadounidense Kim Kardashian.

Mal paso para Adidas

Junto a celebridades como Beyoncé, Stella McCartney y Pharrell Williams, Kanye West formaba parte de las estrellas con las que Adidas había creado colaboraciones para seducir a su clientela.

El fin de la colección Yeezy tendrá “un impacto negativo de hasta 250 millones de euros en el resultado neto de la compañía en 2022″, advirtió el grupo.

Adidas recalcó que es “el único propietario de todos los derechos de diseño de los productos existentes (…) en el marco de la asociación”, anticipando una posible batalla legal.

Las ventas de las famosas zapatillas superaron los mil millones de dólares en 2019, según la revista Forbes. Kanye West también presentó ocho colecciones de ropa ‘Yeezy’, estas últimas, considerablemente menos exitosas.

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El divorcio entre Adidas y el rapero supone un nuevo golpe para la compañía alemana que ya revisó a la baja sus objetivos anuales por una cifra de negocio hundida por la política cero covid en China y la caída en el poder de compra en los mercados occidentales.

Tras el anuncio, Adidas cayó en la bolsa de Fráncfort, y al final de la jornada se dejó un 3,2 %.