Hermes Ortiz, mandatario del municipio de Santander, dijo en Blu Radio que la fiesta privada en la que estuvo Jessi Uribe —en medio tercer pico de COVID-19, que tiene al departamento con 1.500 casos nuevos de contagio diarios en promedio— fue “clandestina”, pues no tuvo autorización de la administración local.

Por lo mismo, se inició una investigación por parte de las autoridades para verificar si efectivamente se violaron las normas de bioseguridad, lo que, según la emisora, llevaría a sellar el Hotel Castillo Resort, donde se hizo la fiesta.

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La fiesta que amenizó Jessi Uribe —que desmintió supuestos planes de casarse este año con Paola Jara— se hizo el fin de semana para celebrar el cumpleaños del dueño del hotel, confirmó  a Caracol Radio el gerente, Cristian Fabián Álvarez.

Álvarez intentó excusarse, en la cadena radial, diciendo que pidió pruebas PCR negativas para los invitados y que se organizó en un espacio abierto ideal para 500 personas, en el que solo estuvieron 100.

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No obstante, hubo muchas críticas, pues se conocieron videos en el que las personas disfrutaban de la presentación del cantante sin mantener los cuidados de bioseguridad, en un departamento que está cerca del 100 % de ocupación UCI.

Por lo mismo, el alcalde de San Gil señaló, de acuerdo con Blu Radio, que estos hechos van en contra del esfuerzo del personal médico, que sigue al frente de la pandemia para intentar salvar vidas.