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Eustiquia Amaranto Santana, destacada como la “Voz Insigne del Bullerengue”, dejó un profundo vacío con su fallecimiento el 24 de diciembre en Turbo, Antioquia. Nacida el 29 de septiembre de 1928, su vida estuvo profundamente vinculada a la riqueza cultural de Urabá. No solo se le recuerda por su excepcional talento como cantaora y verseadora, sino también por su papel integral dentro de la comunidad: fue partera, barequera de oro, pescadora, madre de diez hijos y rezandera, desempeñando múltiples oficios con la sabiduría que caracteriza a las grandes matronas. Según reseña este medio, Amaranto Santana se convirtió en una figura central en la transmisión de la memoria colectiva y musical de su región.
El 21 de mayo pasado, en el Día de la Afrocolombianidad, Eustiquia repasó su vida en una entrevista realizada en el barrio Juan XXIII de Turbo. Envuelta en un vestido colorido y flores, obsequio de su nieto, la maestra conversó -casi entonando cada frase- sobre sus inicios y su entrega al bullerengue, una manifestación musical tradicional que ella aprendió, en sus propias palabras, “de Dios”. Describió cómo la inspiración flotaba en su cuarto durante las noches y podía escribir de memoria versos que luego interpretaba, asegurando nunca repetir una canción vieja y encontrar siempre motivos nuevos para cantarle a la vida y la historia. Un ejemplo de su talento para la improvisación fue la décima que dedicó a Simón Bolívar, otra muestra de su capacidad para expresar realidades cotidianas y acontecimientos históricos a través del canto.
El encuentro de Eustiquia con el bullerengue sucedió recién a los 45 años, pero una vez descubierto ese camino artístico, no volvió a dejarlo. Para ella, la música era una fuente de diversión y emoción que la distanciaba de la tristeza y conectaba con su entorno. Su primera composición inédita, escrita en 1950 y producto de una experiencia en Turbo, evidenció desde temprano su facilidad para crear versos y narrar experiencias casi de memoria. Como bien señala el artículo, durante treinta años hizo parte del grupo Brisas de Urabá, consolidándose como sucesora de Arsenia Asprilla Córdoba. Su voz, firme y colorida, se transformó en referente ineludible para nuevas generaciones de tamboreros y bailadores.
Sus palabras revelan la versatilidad del bullerengue: “De aquí usted saca vallenato, saca sexteto, saca lo que quiera… Cada cual en su lugar, y uno nunca siente tristeza porque está pendiente de lo que está cantando memorialmente”. Para Eustiquia, la música era un acto diario de memoria, una manera de transformar la cotidianidad y de conectarse con quienes la acompañaban en faenas como la pesca o el lavado de ropa junto al río.
El legado musical de Amaranto Santana trascendió más allá de Turbo y Antioquia, llegando a ciudades como Bogotá, Medellín, Barranquilla, Montería e incluso a Panamá. Sergio Ruiz Tabares, coordinador de Extensión Cultural de la Universidad de Antioquia, destacó su capacidad para enlazar las experiencias del Caribe y el Pacífico, labor únicamente posible por la amplitud de sus vivencias y raíces. Se despide así la mujer de “corazón de oro”, admirada por resistirse al olvido y decidir que su recuerdo viva, sobre todo, en la fuerza de sus versos. Tal como enunció alguna vez: “Si cantando yo me muero, no me lleven al panteón, porque ahí están los difuntos y se valen de la ocasión”. Este jueves 25 de diciembre, la comunidad de Turbo se reunirá para su velación y, el viernes siguiente, para darle el último adiós en la iglesia Nuestra Señora del Carmen.
¿Qué es el bullerengue y por qué es tan importante para la identidad cultural de Urabá?
Esta pregunta ayuda a entender en profundidad el significado del bullerengue, que fue central en la vida de Eustiquia Amaranto Santana. El bullerengue es manifestación musical tradicional adoptada y transformada por las comunidades afrodescendientes, especialmente en la región de Urabá. Suele funcionar como una forma de comunicación oral, memoria colectiva y canal de celebración popular, permitiendo a quienes lo practican expresar emociones, narrar historias y fortalecer lazos sociales.
Para Urabá, el bullerengue representa algo más que música: es una práctica viva que articula las tradiciones del Caribe y el Pacífico colombiano, y constituye un valioso recurso de resistencia y reconstrucción social. La figura de Eustiquia Amaranto Santana ilustra cómo una sola voz puede encarnar el pulso y la herencia de una región, depositando en sus cantos la sabiduría y la memoria colectiva de generaciones.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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