La coronación del rey Carlos III está cada vez más cerca. El evento real se ha preparado en medio de polémicas y rumores que tiene que ver con los sucesos que se han presentado en la familia del hijo mayor de la reina Isabel II, quien asistió a la coronación de su mamá, el 2 de junio de 1953, cuando tenía 4 años.

Los preparativos para ceremonia real ya están casi listos, incluso la confirmación de Harry, el hijo menor del monarca, quien asistirá sin su esposa, Meghan Markle.

El 6 de mayo, día de la coronación, tendrá un doble significado: la entronización del soberano y el eclipse lunar penumbral que se dará el 5 de mayo. Este fenómeno hace recordar una antigua creencia de la antigua Babilonia, donde se asociaba un eclipse al augurio del fallecimiento de un monarca.

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En esa época, para preservar la vida del soberano se practicaba un ritual: el rey tenía abdicar y ‘el nuevo monarca’, ataviado con los ropajes reales, debía ser sacrificado, todo para que el soberano, que ese día no aparecía, pudiera seguir vivo. Se decía que si Júpiter hacía su aparición, era el signo esperado que aseguraba la supervivencia del ‘rey original’.

Pero este no es el único vaticinio, pues en dinastías antiguas como la china, era aviso del final de un linaje en el trono y en Atenas era un aviso de problemas militares.

En Inglaterra, por supuesto, no se realizará el antiguo ritual, y el 6 de mayo, 8 meses después de la muerte de la reina Isabel II, el rey Carlos III será reconocido, hará el juramento, será ungido y le pondrán la corona de San Eduardo. Su polémica familia estará presente.

¿Qué es un eclipse lunar penumbral?

Este fenómeno se presenta cuando nuestro planeta se ubica entre el Sol y la Luna, dando como resultado una sombra sobre el satélite natural de la Tierra. Este es uno de los tres tipos de eclipse, junto con el eclipse parcial y total, y se dice que puede suscitar la expresión de muchos sentimientos.