Carlos Arturo Russo es un hijo adoptivo de Valledupar que, poco a poco, se ha ido abriendo campo en la música vallenata gracias a su dedicación, talento, pasión y esmero; tanto así, que ha sido catalogado como el mejor acordeonero diatónico del mundo por el mismo Andrés el ‘Turco’ Gil, y otros expertos en el área.

“Carlos Russo es un excelente acordeonero, de los más avanzados que tenemos en el folclor, se ha preocupado mucho por estudiar las diferentes escalas de la música. ¡Es quizá el mejor del mundo porque conoce ampliamente el instrumento!”, afirmó en algún momento el académico del vallenato.

El diario EL PILÓN dialogó con el acordeonista, quien reside en Valledupar desde hace varios años, y actualmente pertenece a la agrupación que creó el ritmo musical vallenato Bandera style. Este soñador contó que desde hace mucho tiempo se ha dedicado ‘de lleno’ a su preparación académica.

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“Cuando empecé los estudios del acordeón diatónico en Barranquilla, en el año 2005, le pregunté a los docentes que por qué no lo incluían como instrumento académico, y me decían que era un instrumento folclórico e incompleto, pero yo les insistía en que el acordeón diatónico tenía las 12 notas del sistema musical occidental y que si tenían instrumentos como la gaita por qué no se podría tener el acordeón. Sin embargo, le sacaron el cuerpo muchos años”, relató Russo este fragmento de su vida.

Bajo ese mismo orden de ideas, señaló que al llegar a Valledupar empezó a estudiar ‘arte y folclor’. “Tocaba el vallenato en todas sus tendencias y aires, en sus diferentes etapas y épocas. Y llegó el punto donde empecé a estudiar el acordeón como si fuera un piano o una guitarra, es decir, como un instrumento melódico – armónico universal y no folklorico”.

Esto le permitió conocer con profundidad el instrumento de origen alemán y adoptado en el Valle del cacique Upar, a raíz de la experiencia, comenzó a improvisar en las presentaciones y ensayos, a fin de generar nuevas melodías que lo ayudaran a descubrir la riqueza musical.

“La improvisación es una técnica que casi no se ejecuta en el acordeón vallenato, debido a que el acordeonista normalmente se aprende el paso y luego lo muestra, pero muy poco crean melodías instantáneamente. Así que decidí empezar con esos ‘solos’”.

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El también cantautor y productor ha conocido de manera majestuosa el acordeón que se ha aprendido 300 escalas. Y uno de sus más grandes logros ha sido crear la primera, y hasta el momento única, puya en tono menor. Además, en aras de dejar una guía vallenata, está escribiendo el libro: ‘La biblia del acordeón’.

“Hice un estudio que se llama ‘Armonía tonal moderna’ aplicada a este instrumento y grabé la puya en tono menor, la única con esa característica en todo el país y en la historia del vallenato. Fue como cambiarla de blanco a negro, porque el acordeón nunca cierra, todo lo contrario, todo va hacia afuera; considero que la puya en tono menor ha sido mi más grande aporte al florclor vallenato”, acotó el talentoso artista de bajos recursos.

De la aflicción a la virtud

El hombre, quien afirma tener una adicción por el aprendizaje, relató que por circunstancias de la vida sufrió durante varios años ataques de pánico que le impedían salir de las paredes de su casa, por lo que ‘aprovechó’ la situación para aprender a tocar y estudiar el acordeón.

Dicho por él mismo, una aflicción le generó una virtud, que hoy lo ha llevado a catapultarse como uno de los mejores a nivel mundial. “La música se convierte en un éxtasis que me produce dopamina”, expresó, haciendo alusión a la felicidad que le provoca enfocarse en el instrumento.

En su ‘afán’ de crear nuevas melodías con un solo acordeón, (recordemos que los acordeoneros normalmente cuentan con varios de estos instrumentos, cada uno enfocado a un aire vallenato), Russo sufrió una lesión en uno de sus dedos para el cual requiere una cirugía. 

“Tras desarrollar la técnica del dedo pulgar y otras muestras que nunca se habían ejecutado en el acordeón diatónico, se me desarrolló una lesión. En medio de los ensayos encontraba acordes que sonaban muy lindos y hacía movimientos en esas tensiones y los tendones me terminaban doliendo. Tengo una luxación del tendón, es decir, la banda que hace que el dedo permanezca en el lugar se estiró, como cuando agarras una camisa y la anchas”, explicó.

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A lo Russo 

Su estilo particular de tocar no solo el acordeón sino también instrumentos como la guacharaca, el piano, y percusión, le han dado un toque característico a su sonoridad, a la cual le llama: ‘A lo Russo’, haciendo alusión a su apellido y su esencia musical.

“La gente me preguntaba qué tipo de estilo era mi musicalidad, empecé a buscar en las clasificaciones que ya habían para ver en cuál encajaba, pero no encontré, así que le puse ‘A lo Russo’, manifestó.

Este estilo intelectual, basado en muchos años de estudio, le permitieron escribir ‘El verde de tus ojos’, una bachata con acordeón diatónico dedicada a una expareja, ha llamado mucho la atención en las plataformas digitales por su interesante letra.

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“Busqué de tu nombre la etimología, su significado de dónde venía, fue muy sorprendente lo que encontraría, un destino marcaba una historia decía. Tú eres una promesa, tú eres un juramento, eres mi derivado femenino perfecto, eres mi complemento en el diseño eterno, eres la Eva que Dios me entrega en el huerto”, describe la canción.

Ketty Jannith Gutiérrez Maestre/EL PILÓN

kjgutierrezma.18@gmail.com

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