Para esta nueva entrega, tuvimos la oportunidad de hablar con Pely Macchi, una música feminista de Argentina que hace parte de dos bandas de metal (Blast Bitch como guitarrista y Narcolepsia donde es guitarrista y vocalista), tiene su proyecto solista donde explora otros estilos musicales y está por crearse oficialmente su tercera banda de la cual podremos tener noticias más adelante.

Ella le contó a Metal to the Bone sobre las primeras bandas que escuchó, sus respectivas agrupaciones desde los sonidos extremos y su proyecto solista, Repulsion y otras bandas de su gusto musical, su paso por la banda Indisposed, las mujeres en el metal y el feminismo, y mucho más.

Tu primer encuentro con el metal/rock, ¿cómo se dio y cuáles fueron esas primeras bandas que escuchaste?

Empecé primero con familiares y también amigos que me pasaban cassettes o CD grabados de bandas, y también iba investigando. Uno siempre empieza con bandas como Nirvana, Metallica o bandas de rock y metal de acá. Tenía un amigo que me pasaba temas grabados en mp3, me pasaba varias bandas, varias carpetas y de ahí fui conociendo. En ese momento también se bajaba del Ares. Así empecé.

Sobre tu formación musical, ¿cómo ha sido ese proceso?

Arranqué más o menos a los 8 o 9 años, estudiando guitarra primero, tipo guitarra clásica. Después, cuando tuve la edad para entrar al conservatorio de música, ingresé. Yo soy de Chascomús, una ciudad chiquita de acá de Buenos Aires, empecé en el conservatorio estudiando guitarra, piano, canto, tenía coro también, lenguaje musical, y con el paso de los años seguí estudiando con profesores particulares.

Con el tema de la guitarra me orientaba más hacia el rock, el punk o por ahí le pedía sacar temas, solos, y hoy en día sigo estudiando en la facultad y con profesores particulares el tema del canto. Así que de toda la vida me dediqué a la música más que nada.

Eres voz y guitarra de Narcolepsia, cuéntanos un poco acerca de esta banda tanto musical como en materia de letras.

Narcolepsia nació más o menos en el año 2016, si no me equivoco. La idea fue siempre mantener el sonido del death metal old school, la vieja escuela como por ejemplo Possessed, Obituary y también con cosas grindcore tipo Repulsion. Mucha influencia de Autopsy o Benediction también. La idea era mantener ese sonido crudo y oscuro.

En cuanto a letras, siempre tratamos de ir a lo gore, películas de terror y todo lo que trata el death metal. Además, yo siempre hago letras que no sean misóginas, más bien que sean neutras o que no esté siempre la mujer en el lugar donde está sufriendo, viste que en el death metal pasa mucho eso. Mi idea es esa, hacer letras podridas y mantener ese sonido. Integramos Narcolepsia tres personas: Yoel Soria en la batería y voces, Pincha en el bajo y voces, y yo en la guitarra y también voces.

Tu mencionas algo muy relacionado con el caso de Castrator, que las critican por letras que en el metal se han hecho toda la vida, pero en contra de las mujeres.

Claro. Es genial esa banda. Y sí, se han hecho siempre así, pero yo creo que no es necesario tocar un género para poder hacer letras podridas. También entiendo que quizás fue como un estilo que siempre se dio así, lo ves en las mismas películas de terror donde siempre la mujer es la sumisa y obviamente es un bajón, lamentablemente estaba normalizado. Ahora está bueno empezar a cambiarlo, invertir las cosas o hacer letras neutras.

También eres parte de Blast Bitch, una propuesta bastante interesante e importante. Háblanos por favor de esta banda, su propuesta musical y su apuesta política.

Con Blast Bitch tenemos básicamente letras políticas, como decís vos, letras sociales y siempre tratamos de crearlas teniendo en cuenta lo que está pasando actualmente, a modo de protesta y creo que hoy en día está buenísimo porque un montón de gente está despertando e intentando cambiar la sociedad, lo que nos rodea.

Este tipo de letras son cosas que movilizan a todos. Si bien nos movemos con ambas bandas, en ambientes antifascistas, antimachistas, siempre tratamos de crear ambientes lindos donde nos sintamos cómodas. Creo que la propuesta es esa, una clara y concisa, y siempre tenemos eso medio grindcore moderno, quizás como las letras de Napalm Death que son puramente políticas y eso está bueno, es una característica importante de la banda.

Pely Macchi (en vivo) - Fotografía de DENNprod
Pely Macchi (en vivo) - Fotografía de DENNprod

En los toques que han tenido en Argentina, ¿es frecuente que vean gente fascista?

Hay de todo lamentablemente. Antes nos pasaba de ir a lugares y sorprendernos. Por suerte nos movemos en movidas, fechas y con gente que tiene las mismas ideologías que nosotras/os.

Feminismos y metal, ¿cómo está esa relación, si existe, no existe?

Yo creo que ahora está empezando a cambiar. Al principio, cuando yo empecé a tocar por ahí en el 2011, era muy diferente, no me quiero imaginar hace más años todavía. Debía ser complicado. Pero por suerte creo que fuimos “ganando espacios” y haciéndonos valer por lo que somos. Hay un montón de bandas y chicas que son feministas, por suerte, y se están integrando muchísimas más de a poco.

Creo que esta bueno instruirse y leer bien de qué se trata el feminismo y estar informados, porque pasa eso de que ven que sos feminista y huyen espantados (risas).

En realidad, estamos luchando por la igualdad, eso es lo más importante, igualdad de todos los géneros y que se den cuenta de que somos todos iguales. Somos todos personas y podemos hacer música, y si tenemos un micrófono para decir lo que pensamos y tratar de mostrar una lucha en la cual estamos involucradas está buenísimo.

Costó al principio, se empezó a movilizar mucho la escena por cosas que por ahí ya no tolerábamos más. En mi caso, creo que hay que tener paciencia porque es un cambio cultural y social muy grande, inclusive para nuestras mismas cabezas. Hay que desaprender muchas cosas y aprender cosas nuevas.

¿Cómo les va con el lenguaje inclusivo en Argentina?

Acá hay de todo. Hay gente que se ríe del lenguaje inclusivo o que le da bronca, le molesta, y es tan simple como que si no querés no lo usas. Lo podés usar o no, pero respeta a la gente que lo quiere usar.

A mí me pasa que hay palabras que no me salen, sigo hablando en masculino, pero porque tengo 29 años y es muy difícil desaprender un montón de palabras, pero está buenísimo para las generaciones que vienen cambiar el vocabulario como se fue cambiando un montón de veces en el mundo. Creo que es un avance también para la sociedad, entonces yo lo respeto y entiendo a la gente que lo quiere hablar y si no te gusta no lo hablas.

El hecho de no ver muchas propuestas así, que ataquen el patriarcado, hace pensar a varios que el metal no termina por alcanzar ese carácter de contracultura, ¿tu cómo observas ese tema, cómo concebir al metal en ese sentido?

Es muy difícil… tenés varias ramas del metal, tenés el metal de acá, argento, que es muy nacionalista y muy dado a “la patria”, y es muy machista también; y tenés la rama de nosotros… yo me considero más en la movida del hardcore porque tenemos ideologías más parecidas.

Es complicado, creo que en el metal hay de todo, por suerte un montón de ramas o bandas que piensan así como nosotros.

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En el metal se da mucho que se toleren y romanticen los discursos de odio, los tomen como una opinión más. ¿Qué piensas sobre eso?

Hay cosas que no se toleran porque cuando tu pensamiento invade mis derechos, no es válido. Cuando invade la igualdad, algo básico que hay que tener en cuenta. Hay cosas que no se toleran. Por eso acá, más que una movida grande, en realidad hay micro movidas del metal en las cuales cada uno trata de hacer fechas y de juntarse con bandas y con gente que piense lo mismo que vos, y el estilo por suerte lo podemos hacer a nuestra manera, con nuestras letras.

Otra cosa que tiene mucho el metal es esto de romantizar a las primeras bandas que obviamente nos influenciaron a todos.

Pely Macchi (en vivo) - Fotografía de Ludmila Noé
Pely Macchi (en vivo) - Fotografía de Ludmila Noé

¿Cómo te pegó el tema de Ricardo Iorio?

Para mí ya está. Hay mucha gente que dice: “pero es Ricardo”. No, ya está Ricardo. Si te gustó cuando tocaba en tal banda y los pensamientos y las letras que hacían con Hermética, pues ya no tiene nada que ver con la persona que es ahora. Entonces basta de romantizar y de idolatrar. Acá en Argentina está haciendo campañas provida, está con gente de Bandera Vecinal que son argentinos fascistas, así que no… hay cosas que ya están, para qué seguir.

Y en materia de participación de mujeres, ¿cómo observas a la escena rockera y metalera argentina?

Acá está más normalizado. Hay cada vez más mujeres y disidencias también. Por lo menos donde me muevo, siempre hay bandas inclusivas. También salió lo que es la Ley de Cupos que permite que hayan más mujeres en los escenarios, y lo que sería ideal es que el día de mañana inviten a bandas sin importar quienes las integren. Como te decía al principio, hay que darle lugar a todos porque somos personas tocando instrumentos y haciendo música.

Creo que a veces te da vergüenza, no te animas a tocar en vivo o a tener una banda por las críticas externas. Te ven un montón de defectos y cuando te bajas del escenario te “enseñan” a hacer lo que sabes hacer. Una cosa es un consejo y otra es una crítica no constructiva, que pasa mucho. Pero nada, hay que animarse y hay que seguir integrando esta movida, este estilo musical, manteniendo la igualdad, haciendo bandas mixtas o todas integradas por mujeres y disidencias, tratándonos como pares que es lo que somos.

Bandas de disidencias que nos puedas nombrar.

Por ahí no son de metal, pero si conozco acá en Argentina. Y siempre me acuerdo de Repulsion cuando tenía a Marissa, mujer trans que tocaba la guitarra. Repulsion es un gran ejemplo porque, además de tener letras políticas, era una banda súper inclusiva así que está buenísimo.

Frente a este tema, como que la sociedad todavía no está preparada y por eso hay que activar este tipo de movimientos. En realidad está bueno construir desde la palabra y desde lo que podamos dar como músicos.

También tienes un proyecto solista, ¿por qué no nos compartes un poco sobre esa faceta musical tuya?

Como te decía, desde chica estudio música y siempre fui posponiendo porque básicamente no tenía tiempo entre las bandas y la facultad, como que iba posponiendo mi lado solista. La pandemia lo único bueno que me pudo dejar fue que tenía tiempo para grabar, para estar en casa y componer, y hacer una introspección. Me puse a hacer lo que fue mi disco solista ‘Otherside’ (que está en internet ya, lo pueden escuchar). Tuve ganas de plasmar ahí en ese disco todo lo que fui aprendiendo a lo largo de los años y en un estilo que me encanta que es el soul, el blues, el R&B también. Quise tocar todos los instrumentos o lo que podía componer, mostrar esa faceta.

¿Qué instrumentos tocas ahí?

Grabé las guitarras, los bajos, las voces, los coros y los teclados. Es un estilo que me encanta y dentro de poco se vienen temas nuevos. Obviamente a la par de mis bandas. No me podrían faltar ninguna de las dos cosas.

Pely Macchi
Pely Macchi

Ahora que mencionas la pandemia, ¿cómo te ha afectado respecto de tus bandas?

Al principio fue rarísimo. Si bien estábamos cansados de tocar mucho, porque veníamos tocando muy seguido, fue un golpe duro porque uno lo tiene como algo cotidiano: el fin de semana, subirte a un escenario a tocar, ir a las fechas, estar con bandas.

Fue algo complicado. Además, acá cerraron un montón de centros culturales o lugares que nos daban la posibilidad para tocar, así que cada vez quedan menos y eso también es un problema.

Pero bueno, tratamos de encontrarle el “lado positivo” o mantener activa a la banda subiendo entrevistas, haciendo videos de cuarentena, ensayando cada tanto, que ahora se puede. Tenemos en mente componer y sacar un Ep con Narcolepsia, con algunos temas; con Blast Bitch también estamos mirando para sacar algo y no quedarnos atrás. Ahora tengo una banda nueva, todavía no tenemos nombre, pero va a salir dentro de poquito.

¿Qué podemos encontrar en tu playlist?

Tengo de todo: desde Aretha Franklin, Erykah Badu, H.E.R, todo eso del lado del soul. Desde D’angelo y Angie Stone hasta Possessed, Benediction, Napalm Death, Mortician, Repulsion… hago como una mescolanza de estilos. También me gusta el thrash y el heavy, de ahí me influencié para hacer mi ex banda Indisposed que éramos medio thrash heavy, también me encanta Anthrax y Judas Priest.

Cuéntanos más acerca de ese tiempo con Indisposed.

Éramos todas mujeres. Tocamos entre el 2012 hasta el 2018. Tocábamos en fechas con gente conocida, pero siempre había algún desubicado que te quería enseñar donde enchufar el amplificador o te decía que “cantas muy melódico para el estilo” (risas). Pero fue una experiencia hermosa, vivimos muchas cosas bellas. Hoy en día cada una tiene sus proyectos y bandas. Por suerte hay buena onda.

Y para despedirnos, posibles planes de gira por Latinoamérica, que pasen por ejemplo por Colombia.

Claro, me encantaría. Siempre hablamos con las chicas de Póker que somos conocidas y hay re buena onda, y tenemos ganas de ir para allá. Nos invitaron a hacer una gira por Estados Unidos, por Florida, con Narcolepsia. Tenemos amigos allá y nos encantaría ir, pero está complicado. Es un sueño.

Te agradezco por el espacio, por interesarte en nosotros. ¡Y espero pronto poder estar por allá!