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Por: Gerardo Quintero
Director del Noticiero 90 Minutos
En medio de un clima de incertidumbre y, también, de mucho escepticismo los caleños se preparan las elecciones regionales del 29 de octubre para elegir el sucesor del médico Jorge Iván Ospina. Y precisamente gran parte de esas sensaciones que tienen hoy los ciudadanos tienen que ver con el legado de Ospina, el mandatario local que por segunda vez estuvo en el tercer piso del Centro Administrativo Municipal.
En esta oportunidad el médico Ospina no abandona el cargo con un nivel de popularidad como el que lo acompañó en el 2011. Ahora su gestión ha sido muy polémica y señalada de actos corruptos, con escándalos como el de la Feria de Cali virtual que opacaron definitivamente su gestión.
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En la carrera a la alcaldía de Cali hay un candidato que parece sólido liderando las diferentes encuestas: Roberto Ortiz, quien aspira a que se haga una certeza aquello de que la tercera es la vencida. Ortiz tiene a su favor que se desempeñó como concejal los últimos cuatro años y ejerció una radical oposición a Ospina y su gobierno. Como casi todos los candidatos en lisa, recuperar la seguridad de Cali, considerada la ciudad con más homicidios en Colombia, es una de sus prioridades.
De hecho, para entender un poco la magnitud de la violencia en esta capital se puede mencionar que entre el 1 de enero y el 29 de junio de este año se presentaron 507 asesinatos, una cifra que supera largamente a Bogotá y Medellín, capitales, incluso, con mayor número de habitantes.
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En segundo lugar se encuentra Alejandro Eder, un caleño de familia tradicional vallecaucana, quien ya aspiró una vez a esta elección popular siendo derrotado por Jorge Iván Ospina en la pasada contienda. Eder también se ha enfocado en un discurso de seguridad, como un aspecto fundamental para lograr atraer la inversión foránea en la ciudad.
Eder dice que no le temblará la mano para enfrentar la delincuencia y que no hará transacciones con la delincuencia.
En una lucha cerrada, según marcan las tendencias, se encuentran la exconcejal Diana Rojas y la exsecretaria de salud de Cali, Miyerlandi Torres, esta última familiar de la aspirante a la Gobernación Dilian Francisca Toro. Ambas han intentado hacer mucho énfasis en su discurso de que quieren convertirse en la primera alcaldesa elegida por voto popular en Cali.
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Diana Rojas ha señalado continuamente su intención de convertirse en adalid de la lucha contra la corrupción y sigue fustigando duramente a la administración Ospina e incluso ha enviado fuertes mensajes a Miyerlandi Torres señalándola de ser la continuidad del médico por el hecho de haber pertenecido a su gobierno.
La médica Miyerlandi Torres ha buscado desmarcarse de la administración de su antiguo jefe, aunque la ciudadanía reconoce su gestión durante la pandemia. En las últimas semanas también se ha refugiado en el discurso de la lucha contra la inseguridad para captar votos de los electores.
Por los lados de la izquierda, el exsecretario de seguridad y justicia Dannis Rentería es la carta del Pacto Histórico, pero los analistas concuerdan en manifestar que no tiene ninguna opción de lograr quedarse con la alcaldía. Rentería fue uno de los mediadores durante las violentas protestas que ocurrieron en Cali en el paro nacional, por lo que en varios sectores es señalado de haber sido complaciente con la denominada ‘primera línea’.
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Otros candidatos como el exministro de Justicia Wilson Ruiz aparecen muy abajo en las encuestas y está muy cerca su adhesión a la campaña de Alejandro Eder. En cuanto a Denninson Mendoza, ‘ahijado’ de Daniel Quintero, alcalde de Medellín, su aspiración tampoco parece haber ‘cuajado’ y en varias de las encuestas realizadas ni siquiera registra.
Lo cierto es que aparte de la seguridad, lo que más preocupa a los caleños es el tema del sistema de transporte masivo. El llamado Mio atraviesa una grave crisis que lo tiene sumido a sus operadores en dificultades financieras que ponen en peligro su viabilidad. Incluso se ha planteado la posibilidad de liquidar el sistema, a lo que la mayoría de candidatos a la alcaldía se opone.
Sin duda la recuperación de la malla vial de Cali es otra de las necesidades más sentidas de los caleños que perciben su ciudad llena de huecos y con vías intransitables.
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