Doce años después de que naciera como partido político con la bandera de luchar contra la corrupción, por la descentralización y en defensa del medio ambiente, la Alianza Verde enfrente este viernes uno de los mayores retos de su corta historia: define, en lo que denominan un Ejecutivo Nacional, qué camino tomarán sus dirigentes hacia las elecciones presidenciales de 2022.

La reunión se anticipa más bien encendida, pues a ella llegan los verdes peleados, cuestionados, divididos y, como es natural en la política, con intereses que no siempre responden a los altos valores que inspiraron el origen de ese partido, sino a aspiraciones personales.

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Todo se resume, este viernes, a resolver una disyuntiva: hacer parte del Pacto Histórico, de Gustavo Petro, o irse a la Coalición de la Esperanza, en donde están figuras como Sergio Fajardo, Juan Manuel Galán, Juan Fernando Cristo, Humberto de la Calle y Jorge Robledo, entre otros.

Varias encuestas, hechas para tratar de consultar el deseo de las bases, terminaron por agudizar las contradicciones entre los verdes, que se alinean básicamente en dos grupos.

Uno es el de Angélica Lozano, Antonio Sanguino, Juanita Goebertus y Carlos Andrés Amaya, que rechazan la idea de dejar en libertad a los integrantes de ese partido para que tomen el rumbo que quieran, y buscan que los verdes vayan a la Coalición de la Esperanza.

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El otro es el de Inti Asprilla, Katherine Miranda, León Fredy Muñoz y Camilo Romero, que sí están de acuerdo con dejar en libertad a los verdes para decidir y, además, quieren llevar a su partido al Pacto Histórico.

Estas no son disyuntivas nuevas para ese partido, pero, de reiterarse, podrían llevarlo a crisis más difíciles de manejar e, incluso, a un punto de no retorno. Todavía se recuerda que, en 2015 y 2016, aunque el partido respaldó a Enrique Peñalosa para la alcaldía de Bogotá, le dio libertad a la hoy mandataria de la capital, Claudia López, para apoyar a Rafael Pardo en su intención de llegar al Palacio de Liévano.

Y, en 2018, la colectividad también dejó en libertad a sus integrantes para apoyar o no a Petro en la segunda vuelta presidencial. Esta vez, Petro vuelve a estar en el centro de las tensiones que estremecen a los verdes. Por eso, la expectativa es grande sobre lo que resulte hoy de la reunión del partido para definir su derrotero.