El “ejército de guardaespaldas” que acompaña a Gustavo Petro en todos sus desplazamientos no solo se ocupa de él. También está pendiente de las personas que corean su nombre en las manifestaciones a las que asiste el precandidato del Pacto Histórico, que puntea en las encuestas.

Esas simpatías que despierta hacen que el también líder de la Colombia Humana considere la idea del “fantasma del asesinato político”. No le falta razón. En Colombia han sido asesinados candidatos presidenciales que representaron diferentes corrientes del espectro político colombiano.

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La lamentable lista la conforman Jaime Pardo Leal (Unión Patriótica, asesinado el 11 de octubre de 1987), Bernardo Jaramillo Ossa (Unión Patriótica, 22 de marzo de 1990), Luis Carlos Galán (Nuevo Liberalismo, el 18 de agosto de 1989), Carlos Pizarro Leongómez (M-19, el 26 de abril de 1990) y Álvaro Gómez Hurtado (Movimiento de Salvación Nacional, 2 de noviembre de 1995).

Escoltado por una decena de vehículos blindados, policías en moto, una ambulancia y francotiradores, el candidato se considera sobreviviente de “una larga tradición de asesinato político” que solo en el siglo XX acabó con esos cinco aspirantes presidenciales.

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“¿Teme que lo maten?”, le preguntó AFP, y Petro respondió: “No deja de aparecer como un fogonazo, cuando me mezclo entre la multitud, cuando estoy en una tarima y hay una plaza llena, que en cualquier lugar podría alguien disparar […]”.

“Pero trato de evitar pensar en eso. Ningún esquema de seguridad puede garantizar que no se elimine al candidato”, agrega, con el realismo que deja la lamentable experiencia de candidatos asesinados en el país.

“En Colombia hay una larga tradición de asesinato político […]. Entonces, la posibilidad está ahí. Espero que no suceda […]. Aspiramos a ganar en primera vuelta, pero tanto el fantasma del fraude como el fantasma de la muerte nos acompañan”.

Es claro que aprovechó la pregunta para volver a mover  la idea de que en las próximas elecciones presidenciales se puede producir un fraude. En un debate que organizaron Caracol Radio, La W y Canal Uno Noticentro CM&, Petro dijo que no reconocería el resultado de las elecciones si había fraude.

La repetición de esa afirmación debe producir profundos efectos entre sus seguidores y crea un ambiente de duda en el proceso electoral colombiano en el que no es común comprobar casos de fraude.