El triunfo de Gustavo Petro en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, el domingo pasado, con más de 8’500.000 votos, es indiscutible. Pero el candidato sabe que no es suficiente y trabaja en la búsqueda de esos sufragios que le hacen falta y que, calcula él, son entre un millón y un millón y medio, aunque analistas estiman que pueden ser el doble, o más.
También hay quienes creen que Petro ya llegó a su techo y que le quedará de para arriba alcanzar esos votos que calcula, mientras que a Rodolfo Hernández, que obtuvo seis millones de votos, le ven más posibilidades de crecer, entre otras cosas, con el virtual paso de los votos que obtuvo Federico Gutiérrez (más de cinco millones) a su caudal electoral.
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Pero Petro, como un general que planea su batalla final, analiza sobre el mapa electoral sus posibilidades, y a sus huestes les dice que es posible. Para él, no fue una sorpresa el resultado del domingo pasado. Fue, desde su óptica, “similar a la votación del [plebiscito por el] sí y el no”. “Usted lo puede traslapar y es casi lo mismo”, dijo en Caracol Radio.
Y sigue en su análisis: “El no [del plebiscito] es donde él [Hernández] gana”. Eso, para Petro, “tiene un significado político, y es que, en realidad, lo que sucedió en las semanas anteriores es que la votación pro-[Álvaro]Uribe, que es la que se expresa en el no [del plebiscito], por ejemplo, realmente se traslada a Rodolfo y no a Federico [Gutiérrez]”.
El candidato de la izquierda admitió en esa emisora que Gutiérrez “conserva un fuerte liderazgo personal, el de él, en Antioquia. Indudable. Y los votos que saca en el resto del país más pertenecen a los grupos políticos que se le habían adherido: La U, el Partido Liberal, algunos de Cambio Radical, la gente de [Álex] Char, etc.”.
“Es más: Federico logró captar lo que era Equipo por Colombia, los aliados de Equipo por Colombia, que es el voto uribista, que es el voto prouribista”, dijo Petro en ese medio de comunicación, pero encontró que “el voto prouribista en una mayoría, excepto en Antioquia, se fue con Rodolfo y fue más poderoso que el de Equipo por Colombia, y ese es el resultado que termina reflejándose el domingo”.
También encontró que logró “una enorme fuerza en tres regiones, con mucha distancia, incluso si sumas las dos votaciones de Equipo por Colombia y pro-Uribe no nos alcanzan en Caribe, el Pacífico y Bogotá. Ese es el resultado más o menos pintado en un mapa”.
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Después, sacó su más seria conclusión, lo que le da una idea de a lo que se enfrenta: “Ese análisis es interesante para los analistas, pero para quienes estamos en plena idea de cambiar a Colombia pues significa, ni más ni menos, que Uribe está más vivo que nunca”.
Al final de su análisis, Petro hizo en la emisora un repaso del mapa, como el oficial que le echa un último vistazo a la situación antes de ponerse el casco para continuar con la batalla. “Nosotros hemos logrado un gran avance. No le quito el propio talante de Rodolfo. Indudablemente también con un fuerte liderazgo personal, igual que Federico en Antioquia. Rodolfo en el nororiente, en Santander y lo que podríamos llamar la irradiación en el sur del Cesar, algo en Boyacá y también en Norte de Santander. Y hay un fuerte liderazgo personal y por paisanajes. Y ahí estamos en competencia”.
“A Rodolfo ahora le toca trasladar, ganar, los votos que las maquinarias le nombraron a Federico. Eso no es fácil; son tres semanas. Cuatro millones de votos tiene que lograr; yo tengo que lograr un millón y medio. Tampoco es fácil. Millón y medio adicionales a los que ya sacamos. El que logre eso, pues es presidente. Creo que es más fácil lograr un millón y medio que cuatro”, terminó Petro.
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