En las maratónicas horas finales de las campañas con miras a las elecciones legislativas y a las consultas interpartidistas del próximo domingo, los precandidatos presidenciales han tenido una mayor exposición mediática que los aspirantes al Congreso, quienes suenan en los medios, pero por pauta.

En esas frenéticas rondas de medios, los precandidatos buscan aprovechar cada segundo de exposición para seducir a más electores. Los intercambios con periodistas han provocado de todo. Desde el abrupto abandono de Camilo Romero en el debate que organizó Blu Radio con el Pacto Histórico, en el que también estuvo Gustavo Petro, hasta el jocoso pedido de David Barguil a Vanessa de la Torre para que no le hiciera preguntas duras.

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Esta situación se presentó en la entrevista que David Barguil, candidato del Partido Conservador y precandidato de la coalición Equipo por Colombia, dio en Caracol Radio, este jueves. Y no es que el político no tuviera cómo responder. De hecho, resolvió con solvencia las diferentes inquietudes de los periodistas.

Lo que quiso hacer fue una crítica a los periodistas que hacen preguntas desde alguna orilla ideológica, adobando su observación con el desparpajo y acento costeños. En varias oportunidades, Barguil pidió que le dejaran explicar y redondear por completo sus respuestas.

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En ese tono, el candidato conservador recordó que antes De la Torre, en el espacio de las mañanas que tiene en la emisora para entrevistar a los aspirantes a la presidencia, no le había hecho ninguna pregunta favorable.

En medio del diálogo de este jueves, Gustavo Gómez le dio paso a De la Torre para que le preguntara a Barguil: “Bueno, Vanessa, nos queda la última pregunta”, y, de inmediato, el candidato interpeló: “Una querida, Vane; con cariño”.

“¿Cuál es la lora del cariño?”, preguntó De la Torre. “Como si uno quisiera para salir con él. Lo que quiero es preguntarle y ya. ¿Acaso lo estoy invitando a una parranda vallenata?”.

Y esa intervención la uso el candidato para mostrar una de esas facetas que las personas pocos conocen de los políticos: “Me gusta el vallenato, y si es de Poncho Zuleta, más”.

Pero, claro, no fue lo único de lo que habló Barguil. A lo largo de la entrevista, les recordó a los colombianos las leyes de las que fue autor y que acabaron con el pago de intereses para los deudores del Icetex y que pusieron en cintura a los bancos. Siempre ubicó a Gustavo Petro como su contradictor, y también contó un duro hecho personal: la adicción de su padre a las drogas.

La parte final la aprovechó para hablar de la educación. “Mi mamá me decía: ‘David, la clave para que salgas adelante y cumplas todos tus sueños es la educación’. Y yo me esforcé, fue el mejor estudiante y estuve becado, obtuve el mejor Icfes de mi promoción, vine con crédito del Icetex a la universidad, fui al exterior becado por los resultados académicos y hoy me doy cuenta que ese consejo de mi mamá tenía toda la razón”.

“La educación me lo ha permitido todo”, agregó Barguil, y ofreció 30 % de recursos de las regalías para la educación, revolcón del Icetex (que no cobre intereses, sino solo el costo de la inflación), plan de infraestructura para los colegios públicos, más cupos de la universidad pública y garantía de la gratuidad.

También planteó un fondo para los maestros, que accedan a sus maestrías, estímulo a la excelencia académica. “Esa vagabundería de Fecode de que a las clases no vuelven, pero para los paros sí están listos, nada de eso. Este país va a cambiar cuando los hijos de los más pobres puedan estudiar donde quieran y lo que quieran, y no lo que les toca, como hoy pasa en Colombia”.