La Costa Atlántica es un fortín político cuyo potencial electoral entra en los cálculos de cualquier candidato a la Presidencia. Esta zona del país tiene habilitadas, según la Registraduría, 8’286.275 personas para ejercer su derecho al voto, cifra nada despreciable si se tiene en cuenta que en la segunda vuelta de 2018 Iván Duque ganó con 10’373.080 votos frente a los 8’034.189 que obtuvo Gustavo Petro.
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¿Pero quién maneja los hilos de la política en el Caribe colombiano? El poder en esta región ha estado divido en diferentes clanes familiares que, desde hace muchos años, se han encargado de poner alcaldes, gobernadores, diputados y congresistas que aceiten las maquinarias para las diferentes campañas presidenciales.
Una de esas prestantes familias que se han dedicado a la política es la de los Char, clan poderoso que reina en el departamento del Atlántico y que hace valer su dominio en toda la Costa Caribe. La astucia para saber mezclar sus prósperos negocios con el poder, los ha hecho estar vigentes en las altas esferas desde hace más de tres décadas.
Los Char y Olímpica
Todo comienza con Fuad Char Abdala, quien desde los 17 años trabajó en un almacén familiar ubicado en el centro de Barranquilla. Inicialmente se llamó el Olímpico y años más tarde se convertiría en Supertiendas Olímpica, la cadena de retail más grande de Colombia, tal como se describen en su página web.
Actualmente tienen 386 locales en 115 municipios de 21 departamentos del país y, para agosto de 2020, año donde la pandemia por el COVID-19 atacó con más fuerza al país, contaban con 20.000 colaboradores, según una Antonio Char, presidente de Olímpica, en entrevista con Semana.
Un estudio de la politóloga Laura Andrea Barros Vega, publicado en 2016, reseña cómo, antes de llegar a la política en 1984, los Char habían logrado adquirir el capital económico suficiente para financiar sus intereses electorales.
“(…) Uniéndose entonces con sus hermanos para así crear la Organización Olímpica, con la que después fueron extendiendo sus negocios en almacenes, droguerías y superdroguerías, hasta que llegaron a comprar emisoras que hoy en día son conocidas como Olímpica Stereo y Radio Tiempo”, explicó la politóloga.
“(…) Crearon arroceras, criaderos de pollo, empresas de vigilancia, constructoras, empresas de préstamos que facilitarían aún más el desarrollo de su cadena comercial. Complementaron con canales y programas de televisión, restaurantes, hasta llegar a comprar el equipo de fútbol Junior de Barranquilla”, agregó el estudio.
El clan Char ingresa a la política
En mayo de 1984 el jefe de la familia, Fuad Char, fue designado por el entonces presidente Belisario Betancur como gobernador del Atlántico. Desde allí impulsó obras importantes como la construcción del Estadio Metropolitano Roberto Meléndez, casa del Junior de Barranquilla, equipo de fútbol de la familia y otro de los frentes desde los que el clan genera emociones que algunos creen que luego traduce en votos.
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Años más tarde, el presidente Virgilio Barco lo incluyó en su gabinete como ministro de Desarrollo y una vez termina su periodo es elegido senador de la República de la mano del Partido Liberal para el periodo 1992-1994.
Finalmente, Char no solo logró la curul (también lo hizo en la elecciones de 1994), sino que en el camino quedó en evidencia su poderío derrotando a familias poderosas de la costa como los Slebi y los Martínez Leyes, además de vencer a los candidatos a la Alcaldía de Barranquilla y la Gobernación del Atlántico impulsados por José Name Terán y Roberto Gerlein, cacaos políticos de antaño en el Caribe.
Desde entonces comenzó la hegemonía de los Char en cargos públicos de elección popular y se convirtió, casi que en una obligación de la familia, tener a alguno de sus miembros incrustado en el poder.
Relevo en el poder y herencia política en los Char
La Fundación Paz y Reconciliación también ha analizado la trayectoria de la familia Char en la Política. En una de sus publicaciones hace un barrido de cómo han estado presentes en las entidades territoriales y en los órganos legislativos.
Fuad mantuvo su curul en el Congreso hasta 2014 (no participó en las elecciones de 2006) mientras su hijo Alejandro, también conocido como Álex, iba creciendo de su mano y conociendo cómo funcionaba la política. En 1997 fue concejal de Barranquilla por el Partido Liberal y en 2003 estuvo al frente de la Gobernación de Barranquilla.
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Aunque primero fue liberal, Álex después fue pieza clave de Cambio Radical, partido cuyo líder natural es Germán Vargas Lleras y cuyas bases están establecidas en la Costa Caribe. De la mano de este partido logró ser alcalde de Barranquilla en dos oportunidades: la primera entre 2008 y 2011 y la segunda para el periodo 2016-2019.
Álex Char, candidato del Equipo por Colombia
Ahora Álex es la ficha de los Char a la Presidencia, único cargo que falta en el mural familiar y el que sería la cereza del pastel en la legendaria carrera política de este poderoso clan de la Costa Caribe Colombiana.
Por su parte, Arturo Char, hermano de Álex e hijo de Fuad, llegó al Senado en 2006 luego de haber ocupado la presidencia del Junior de Barranquilla, y se ha sabido mantener en el legislativo gracias a las bondades de ser miembro de una de las familias más poderosas del país.
Por último, David Char, sobrino de Fuad, fue congresista en dos periodos. El primero en 2002 como representante a la Cámara y el segundo en 2006 como senador.
Investigaciones
El clan Char no ha sido ajeno a los escándalos políticos. Investigaciones penales, procesos disciplinarios, presuntos vínculos con narcotraficantes, alianzas con paramilitares, corrupción y compra de votos son algunos de los hechos por los que se les ha investigado.
Según una investigación de ‘La Liga contra el Silencio’, una alianza de medios que promueve el periodismo de investigación, el clan Char tuvo estrechos vínculos con el cartel de la Costa, organización criminal dedicada, entre otras actividades ilícitas, al narcotráfico.
Según los documentos conocidos por ese colectivo, “Fuad Char (padre de Álex) y varios de sus hermanos y sobrinos no solo movían la droga, sino que lavaban activos y hacían de testaferros para los miembros del cartel. En ese expediente se explica que Alberto Orlande Gamboa, alias ‘el Caracol’ era un delincuente temido, conocido por todo el mundo, pero que detrás de él se escondían otros “más discretos” y de “cuello blanco”, haciendo alusión a los Char”, indica ‘La Liga’, sin que haya mayores decisiones judiciales sobre el tema.
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Asimismo, en los últimos días, Álex Char ha sido mencionado por la excongresista y prófuga de la justicia, Aída Merlano, quien desde Venezuela mencionó al hijo de Fuad y lo relacionó con compra de votos, corrupción, un presunto intento de violación y fuga de presos.
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