Antonio Stradivari fue un lutier italiano, mejor conocido por su nombre latinizado: Stradivarius. Su fama lo precede, después de ser aprendiz del taller de Nicolò Amati se estableció por su cuenta en la Piazza San Domenico, en Cremona, allí empezó a hacer innovaciones  y a realizar alteraciones en los modelos de violín de Amati. El arco fue mejorado, los espesores de la madera calculados más exactamente, el barniz más coloreado y la construcción del mástil mejorada.

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De este famoso taller salieron aproximadamente 1200 instrumentos de cuerda, hoy se sabe que hay por lo menos un ½ de los que salieron de ese lugar y son de lo mejor en calidad musical. Ahora, es noticia la subasta de uno de estos violines. Una pieza de arte fabricada en 1679 por el maestro Antonio Stradivarius y será subastada en junio en Londres, la cifra que se espera recaudar por el instrumento rondaría los US $11 millones. 

La historia de este instrumento según lo reveló la casa de subastas Christie’s, ha sido de un violín nómada. El maestro lo tuvo en su colección durante 55 años y en 1734 lo vendió a Samule Hellier de Wombourne, Inglaterra. En manos de esta familia se quedó durante casi dos siglos y después empezó su travesía: en manos de multimillonarios como Henry E. Morris y Henry Hottinger. También ha sido guardado en instituciones públicas como  Smithsonian como en el Museo Cívico de Cremona.

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“Este es, sin duda, uno de los instrumentos más emocionantes, bellos e impresionantes que existen”, aseguró Florian Leonhard, consultor de Christie’s en Londres, y continuó:

“La calidez y la personalidad que emana un instrumento de este calibre inspira una sensación de entusiasmo juvenil en cualquiera que tenga la suerte de tenerlo en las manos. Este violín personifica, más que la mayoría, la visión de la capacidad de Stradivari para desarrollar las cosas; una razón por la que merece su lugar en el cenit como el fabricante de violines sin igual de todos los tiempos”.

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