La afirmación la hizo en el municipio de Uribia, en donde inauguró un hotel “que va a atraer muchísimos empleos”. En total, el 40 % de los empleos beneficiarán a la comunidad wayúu, algo de lo que se mostró especialmente satisfecho el gobernante.

En este sentido, Duque subrayó que La Guajira “se va a convertir en el nuevo polo de desarrollo turístico de Colombia”.

Sin embargo, advirtió que el turismo debe ser sostenible con el medioambiente, “protegiendo el patrimonio ancestral y conectando esta cultura (ancestral) con la oferta turística”.

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De la mano de ese polo de desarrollo, Duque confió en que La Guajira se adentre en un futuro que deje atrás “momentos que han dejado tristeza”.

Por eso, hizo hincapié en la necesidad de que los programas de nutrición, alimentación y protección de los niños “sean una realidad todos los días”.

A su llegada al departamento, uno de los más pobres de Colombia y donde realizó uno de sus talleres ‘Construyendo país’, fue recibido por miembros de la comunidad wayúu, a los que saludo en su idioma, el wayuunaiki.

Como bienvenida, los indígenas cantaron el himno de Colombia en wayuunaiki y le impusieron a Duque un karatsu, adorno tradicional similar a una tiara, un bastón de mando y collar.