Ese plan familiar o con los compañeros de trabajo ya no sería posible en el 2019 (por lo menos tal y como se conoce hoy) debido al retiro del mercado de La Campiña S.A.S. que, según Portafolio, busca “acoplarse al nuevo entorno de negocios”, pues ya había cerrado su planta de lácteos en 2016, vendió propiedades y aún tiene un déficit de 1.000 millones de pesos para seguir, con socios que no quieren aportar.

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Según el diario económico, la medida de disolver la compañía obedece a la necesidad de cumplirles a los socios sin perjudicar a proveedores, empleados y acreedores, luego de que el año pasado los números de la compañía sumaran un saldo en rojo de más de 1.000 millones de pesos.

En cuanto al establecimiento de postres y helados de la zona industrial de Bogotá, en la carrera 42 con avenida de Las Américas, la empresa había entregado esa operación a un tercero luego de registrar pérdidas mensuales por 35 millones de pesos.

La publicación especializada en economía no especifica si el mencionado restaurante también desaparecerá o si cambiará de nombre.