Según la SIC, las empresas Brinsa, Quimpac, Trichem y Mexichem planearon toda una estrategia que consistía en la implementación de un sistema restrictivo de la competencia en el mercado de soda cáustica.

Además, reveló que este cartel funcionó por nada más y nada menos que 12 años, tiempo en el que Brinsa y Quimpac se repartieron los clientes de cloro, utilizado especialmente por los acueductos del país, que lo requieren para el tratamiento y potabilización del agua, detalló el ente regulador.

Por cuenta de estas prácticas anticompetitivas, las empresas mencionadas deberán pagar una sanción superior a los 125 mil millones de pesos.

“También fueron sancionados 13 funcionarios y ex funcionarios de las 4 empresas cartelizadas por haber colaborado, facilitado, autorizado, ejecutado o tolerado las conductas violatorias de la libre competencia económica”, informó la SIC.

En su decisión, la SIC también describe que Brinsa actuó como empresa delatora y confesó su participación en el cartel. Además, colaboró con la investigación y detalló el funcionamiento de la estrategia.

A través de las oscuras prácticas utilizadas “se defraudaba e inducía en error principalmente a los acueductos del país, para asegurarse que el suministro del cloro que requerían para tratar sus aguas, fuera adjudicado a la compañía previamente asignada en virtud del reparto al máximo precio posible”, detalló la SIC.

En el caso de Brinsa, la sanción será cercana a 33.490 millones de pesos; mientras que Quimpac pagará cerca de 41.572 millones.

Las empresas podrán pedir un recurso de reposición.