Ambos casos tienen que ver con el incumplimiento de la ley de protección de datos.

En el caso de Rappi, se tomó la determinación mediante la Resolución 9800 de 2019, en la que también le ordena adoptar medidas para proteger los derechos de las personas respecto del tratamiento de su información, como el derecho de supresión de sus datos y la exigencia de que exista autorización previa para el tratamiento de los mismos, entre otros, informa la SIC en un comunicado.

Esta sanción derivó de los reclamos de un ciudadano que pidió a Rappi que dejara de usar su información y que no le enviará correos electrónicos o mensajes de datos para fines comerciales o de mercadeo. La empresa, sin embargo, no atendió ese pedido.

Y en el caso del Banco Falabella, la SIC recogió la queja de un ciudadano que le presentó a esa entidad 8 peticiones para que eliminara su número telefónico de su base de datos y dejara de enviarle mensajes comerciales. Su solicitud tampoco fue oída.

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Por lo anterior, para la SIC, el Banco Falabella no respetó el derecho del reclamante de suprimir sus datos cuando son utilizados para publicidad. Además, la entidad no respondió oportunamente a la petición y se demoró un año y cinco meses en hacerlo, cuando el plazo máximo es de 15 días.

Ante la decisión de la SIC, Rappi emitió un comunicado en el que asegura que apelará. Esto dice el documento:

“Frente a la resolución de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), Rappi reitera que los datos personales de sus usuarios son tratados conforme a la normatividad vigente, a saber: Ley 1266 de 2008, Ley 1581 de 2012, el Decreto Reglamentario 1377 de 2013 y las demás normas que las complementen.

Somos respetuosos de las normas colombianas y usaremos los recursos estipulados por la ley para a apelar esta decisión que aún no está en firme.

Rappi siempre obtiene el consentimiento de los titulares de los datos personales para tratar su información previo al registro y uso de su aplicación.

La seguridad y confidencialidad de la información personal es una prioridad para Rappi y garantizamos su máxima protección, transparencia y control”.