Colombia amaneció el viernes con alzas en el gas propano o en las famosas pipas de gas de entre el 14 % y el 16 %. Distribuidoras y gremios reiteraron que el problema viene desde el año pasado, por lo que le hicieron un nuevo llamado al Gobierno para mitigar los daños, que se traducen en una menor demanda nacional.
En el caso de Caldas, este incremento afectará a 322 mil 534 personas, equivalente a 100 mil 792 hogares, en su mayoría ubicados en zonas rurales. En el país serán unos 3,4 millones las afectadas.
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¿Por qué incrementó?
Alejandro Martínez Villegas, presidente de Gasnova, la Asociación Colombiana del Gas Licuado Propano (GLP), explicó que el problema es mundial, ante la demanda en China y la menor oferta de EE. UU. desde el año pasado.
Esto ocasionó que los precios aumentaran casi que de inmediato, aunque el impacto no fue mayor en Colombia, ya que Ecopetrol anunció en el 2021 un descuento del 30 % a las distribuidoras sobre la materia prima para producir el gas. Sin embargo, el beneficio solo se mantuvo hasta el 30 de junio pasado.
Según Gasnova, el precio de venta de los productores a las distribuidoras se duplicó durante el año pasado. Pasó de $ 1.041 el kilogramo a $ 2.456 el kilogramo. Los productores de gas señalaron que se deben tomar decisiones urgentes y estructurales al respecto.
El presidente del gremio reconoció que todavía no conocen el impacto real que esto traerá para Colombia. Entre agosto del año pasado y febrero del 2022 el consumo se redujo en un 8,6 %. “Probablemente el consumo siga bajando porque las familias que demandan este producto, que un 80 % son estratos 1 y 2, preferirán cocinar con leña para cuidar su bolsillo. Esto generará un problema de salud respiratorio para esas personas”, lamentó.
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Primeros efectos
María Isabel Valencia, comerciante de cilindros de gas en la vereda Bajo Tablazo, de Manizales, recordó que el viernes se sintieron los primeros reclamos de sus compradores. Fue el caso de Cristian Sandoval, vecino del sector:
“Él estaba sin gas para preparar su desayuno y vino a comprar su pipa, pero se pegó un susto cuando le dije que ya había subido el precio. No le quedó de otra que llevarlo, aunque lamentó el sobrecosto que deberá asumir para cocinar”, dijo.
Valencia reconoce el impacto que esto tendrá, ya que una pipa de 30 libras que antes costaba $ 62.900 ahora costará $ 72.400, lo que representa un aumento de $9.500, un alza 15,1 %. El más pequeño, el de 10 libras quedó en $27.500. Hace unos días se conseguía en $ 25.000. Una diferencia de $ 2.500, un alza del 10 %.
La comerciante reconoce que los precios nunca se habían disparado tanto. “Me preocupa la situación, pero todavía es muy pronto para saber qué pasará. Es posible que algunos clientes comiencen a cocinar con leña y otros no tengan más solución que pagar el nuevo valor”, consideró.
¿Qué hacer?
La Asociación Colombiana del Gas Licuado Propano (GLP), y la Asociación Gremial Colombiana de Comercializadores de Gas, pidieron al Gobierno nuevas acciones para mitigar las alzas en los precios.
Los gremios le solicitaron ampliar los subsidios en todos los departamentos para los estratos 1 y 2, y comunidades étnicas, ya que hoy solo se benefician con esas ayudas 6 departamentos: Nariño, Putumayo, Cauca, Amazonas, Caquetá, y San Andrés Islas.
Los gremios señalaron además que dicho subsidio solo oscila entre el 18 % y el 22 % para los estratos 1 y 2 respectivamente, por lo cual habría que hacer ajustes en el esquema. El ideal sería de entre el 40 % y el 50 %.
Agregaron que el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles Líquidos actualmente tiene un déficit de $ 14 billones para combustibles altamente contaminantes. Según las distribuidoras, estos recursos “deberían asignarse a energéticos más limpios y con importante impacto social como el GLP, que permitirán hacer una transición hacia energías más limpias y que proporcionen calidad de vida a los colombianos más pobres”, anotaron en un comunicado.
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