No son las primeras empresas que se meten en la moda de no ofrecerles a sus clientes pitillos, pero sí pretenden que otros restaurantes comiencen a hacerlo lo más pronto posible. Solo si el cliente lo pide, se le entregará (en algunos restaurantes).

“Desde hace un mes hemos logrado disminuir el consumo de pitillos en 120.000 unidades al unirnos a la campaña #SinPitilloPorFavor. Nosotros le ofrecemos al cliente la opción de tener pitillo si quiere, pero le decimos que puede hacer una contribución al medio ambiente si no lo utiliza”, explicó Nohora García, gerente de mercadeo de Frisby, citada por el diario La República.

Entre los argumentos para tratar de reducir el uso de los pitillos en sus restaurantes se destaca que casi el 100 % de los niños y adolescentes se están dando cuenta de que con su uso se contribuye a la contaminación. Incluso, agrega García, son ellos los que tratan de que sus mismos padres tomen conciencia sobre el hecho.

Pese a que muchos aplauden que ya no se promueva el uso del pitillo en los restaurantes, la otra cara de la moneda la tienen los fabricantes. Desde el semestre pasado, Promociones Fantásticas, la única empresa en Colombia que produce solamente pitillos en Colombia, defiende la idea de que en contra del medio ambiente está todo lo que no es biodegradable.

En mayo pasado, esos mismos fabricantes aseguraron a ese mismo medio económico que Más allá de las campañas emprendidas para dejar de usar pitillos, se deben revisar las cifras. En Colombia, de 1,2 millones de toneladas producidas por la industria del plástico, ni siquiera el 1 % alcanza a estar representado en pitillos, entre otras cosas, porque la mayor parte es aire y no hay punto de comparación con otros artículos como tubos y demás.