En diálogo con Forbes Colombia, Torrenegra dijo que la pandemia representa una especie de transición a la virtualidad: “Los líderes que van a seguir construyendo equipos remotos serán esos que entendieron cómo funcionan y que pudieron transicionar”, señaló.

“Vamos a ver a mucha gente dándose cuenta de lo mucho que se puede trabajar remotamente porque las personas que lo experimentaron por primera vez durante la pandemia lo hicieron aisladas y trabajar remotamente no es lo mismo que trabajar desde la casa. Cada vez más la gente trabajará desde un espacio que quede cerca a su casa”, añadió.

El empresario incluso dijo a ese medio que el ambiente laboral de oficina ya venía siendo objeto de cuestionamientos: “Había mucha interacción social, pero no necesariamente con las personas que estaba trabajando, sino con otras que son importantes en mi vida o nuevas que estaba conociendo”, comentó.

De la mano de esto, Torrenegra también dijo a Forbes que otras prácticas comunes del ambiente laboral, o más exactamente del proceso de contratación, como la presentación de una hoja de vida, podrían desaparecer: “La mayoría de las ofertas de trabajo remoto no están en la ciudad donde tu estás ni necesariamente conectadas a las personas que tu conoces, están más allá”, explicó, antes de señalar que la hoja de vida “está mandada a recoger porque pretende que pongamos en un formato de papel lo que fuimos, lo que somos y lo que queremos ser”.

“Es ridículo que queramos definir lo que es una persona en tan poco espacio”, sostuvo.

Pero esto no se limita solo a los trabajadores. Muchos sectores ya han experimentado ese mismo fenómeno, pero de puertas para afuera. De acuerdo con La República, por ejemplo, la concurrencia de clientes a sucursales bancarias físicas disminuyó 33 % durante la pandemia.

Cambios en la cultura laboral y corporativa, sin la desaparición de las oficinas, proyectan otros

Aunque el obligado paso a la virtualidad parece haberse generalizado en muchos casos, otros piensan que será momento para que se den cambios en los entornos de trabajo, pero no un volcamiento definitivo al trabajo en casa.

Portafolio cita un estudio de la firma JLL, según el cual “la oficina seguirá ocupando un rol protagónico en la vida empresarial, adaptándose a las tendencias que surgieron antes de la pandemia”. Sin embargo, también parecería que un regreso a la normalidad apenas comenzaría a verse en 2022, cuando el estudio cree que la tasa de vacancia llegue a 18,5 %, mientras que en 2023 llegaría a 15,5 %.

El estudio también indica que quedaron en evidencia algunos beneficios del trabajo a distancia, como el ahorro en los desplazamientos y la cercanía del trabajador con su familia, pero comenta que “algunos aspectos del trabajo en la oficina no se pueden reproducir fácilmente a través de la tecnología cuando se trabaja desde casa, como la interacción social, el trabajo conjunto, reuniones creativas, networking y el monitoreo de metas y objetivos”.

La conclusión, prosigue Portafolio, sería que la nueva realidad también toque el ámbito laboral y obligue a repensar la situación para llegar a un punto medio en el que se propicien ambientes amables para los trabajadores y el trabajo en casa sea complementario.