La constructora le presentó a un grupo de sus acreedores un plan para obtener utilidades que blinden las deudas que tiene, que superan los 3.000 millones de dólares, y planteó un proyecto corporativo para su reestructuración, informó La República, citando a Bloomberg.

La propuesta contempla la emisión de nuevos bonos no garantizados (que son como una especie de letras de cambio) por un monto inicial equivalente a 45 % del valor nominal de los bonos existentes, detalló el diario.

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Para ello, la multinacional necesita la aprobación del 60 % de las compañías, bancos y demás entidades a las que les adeuda para que la operación entre en ejecución.

“En los primeros dos años después de la emisión, la compañía tendrá la opción de no pagar el cupón. El monto no pagado, más 50 %, se agregaría al principal adeudado. En los tres años siguientes podría pagar cupones solo parcialmente”, agregó el medio.

Vale recordar que la empresa fue protagonista de numerosos escándalos de corrupción en Latinoamérica y, solamente en Colombia, entregó coimas a funcionarios públicos por cerca de 10 millones de dólares para obtener beneficios en megaproyectos de infraestructura.