Eso indica un estudio del Banco Mundial (BM) publicado este miércoles, que establece como parámetros que tener menos de 3,20 dólares diarios significa estar en situación de pobreza en países de ingreso mediano bajo, mientras que 5,50 dólares es la cantidad límite que marca una condición de indigencia.

En 2015, más de 1.900 millones de personas, es decir, el 26,2 % de la población mundial, vivían con menos de 3,20 dólares al día, mientras que cerca del 46 % de los habitantes del planeta tenían menos de 5,50 dólares diarios.

“Nuestros objetivos son poner fin a la pobreza extrema a más tardas en 2030 e impulsar la prosperidad compartida, y seguimos comprometidos con ellos”, señaló el presidente del Grupo Banco Mundial, Jim Yong Kim, en un comunicado.

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Más allá de las mediciones de la pobreza en términos monetarios, el documento analiza de qué manera el acceso a servicios adecuados de agua y saneamiento, educación y electricidad afectan el bienestar de las familias.

En el caso de la zona de la región africana al sur del Sahara, los analistas del BM determinaron que sus habitantes pobres sufren privaciones en numerosos aspectos, como bajos niveles de consumo y falta de acceso a la educación y a servicios básicos de infraestructura.