Sobre la obra, dijo que la editorial Planeta le insistió en que sacara un libro con sus memorias y con sus enseñanzas empresariales y por eso lo hizo, más que por una cuestión de ego, le dijo Mario Hernández a Vicky en Semana.
Hernández añadió que no le molestaría que basado en el libro, Hollywood hiciera una película, así no lo mencionen a él con nombre propio, pero que ojalá lo encarne cualquiera de los actores Michael Douglas o Al Pacino.
Este video muestra sus referencias a ‘Pulga arrecha’, su nuevo libro, cuyo título sale de cómo le decía un transportador al joven Mario Hernández, entonces de solo 14 años, menos de 1,40 metros de estatura y 40 kilos de peso:
El empresario también se refirió a cómo ha logrado mantener sus tiendas en Venezuela, a pesar de las dificultades: “No puedo salir corriendo”, dijo el industrial, luego de explicar que inauguró tiendas allí hace 25 años.
Mario Hernández le dijo a la revista Semana que durante la actual crisis que vive Venezuela por cuenta de la hiperinflación, los bloqueos internacionales, el régimen autoritario y la extrema pobreza sus ventas son del 10 % de lo que vendía hace dos décadas, cuando comenzó con sus negocios en esa nación.
Vale recordar que Venezuela vive su peor crisis socioeconómica de su historia, con niveles de inflación tales que tuvieron que eliminar 6 ceros de su moneda, el bolívar, divisa que completa 14 ceros eliminados en total desde el 2008.
Un millón de bolívares, unos 25 centavos de dólar insuficientes para comprar una barra de pan, serán un bolívar… y ese bolívar a su vez representa 100 billones de bolívares de 2007, reflejo de una increíble erosión: el presupuesto nacional de aquel año alcanzaba 115 billones de bolívares, que eran más de 50.000 millones de dólares.
Con todo y las dificultades, Mario Hernández ha logrado mantener sus negocios a flote en ese país, al tiempo que genera empleos, muy necesarios para las personas en momentos de caos como los actuales.
Aunque Hernández jamás estudió formalmente, su lema es que no hay que dejar nada para el otro día y a las personas hay que darles una respuesta inmediata, pues no se les debe irrespetar su tiempo.
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