De esta manera, la Supersalud alejó provisionalmente el escenario de una liquidación o una intervención para esa aseguradora.

La medida, conocida este viernes hacia las 7 de la noche, se produce luego de varias semanas de incertidumbre, en las que el sector salud del departamento temía que la abultada cartera de esa EPS y sus más de 1,6 millones de afiliados quedaran en el limbo.

(Vea también: ¿Cuánto valen los vehículos eléctricos usados más vendidos en Colombia?)

Según aclaró la SuperSalud en un comunicado de prensa, la situación de Savia sigue siendo compleja, por lo que emitió 15 órdenes dirigidas a mejorar su modelo de atención y su situación financiera.

“La misión de la Superintendencia Nacional de Salud es hacer que se cumplan con las normas del sistema de salud para proteger los derechos de los ciudadanos y, en ese sentido, la administradora de recursos deberá fortalecer los indicadores de atención y mejorar su desempeño financiero”, dijo el superindente de Salud Ulahí Beltrán López.

La entidad añadió que dentro de esas 15 órdenes aparecen disminuir los índices se siniestrialidad de sus afiliados, reducir barreras administrativas en el acceso a la atención, reducir el número de quejas, reclamos y recursos de sus usuarios, y seguir avanzando en el cumplimiento de sus obligaciones financieras.

“Los indicadores de salud han venido mostrando un mejor desempeño frente a la prórroga anterior, hecho que justifica la prórroga, en tanto cumple con una de las misiones de esta Superintendencia, relacionado con la protección de la población”, añadió el ente en su pronunciamiento.

Más tiempo para la EPS

La decisión del Gobierno Nacional, que quedó formalizada en la resolución 2023320030000357-6 de 2023, era la alternativa más blanda que tenía esa entidad sobre la mesa.

Según habían alertado varios expertos en el sector de la salud, otros dos escenarios que se proyectaban eran el de una intervención adminstrativa o hasta una liquidación.

Mientras en el primer escenario la Nación podría nombrar un agente interventor y cambiar el equipo adminsitrativo de la EPS, el segundo implicaba la desaparición de la entidad.

En este último frente, la principal preocupación consistía en que la millonaria deuda de la EPS, calculada en al menos $394.910 millones por la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas con corte al primer semestre de 2022, se quedara sin doliente, tal como ha pasado con otras aseguradoras liquidadas.

“Esta clínica entraría en insolvencia y habría que cerrarla. Nosotros resolvemos el 20% de las necesidades de alto nivel de Antioquia. También se afectarían 13.000 estudiantes formándose en salud que pasaron por acá en 2022”, había alertado por ejemplo la directora de la IPS Universitaria Marta Cecilia Ramírez, una de las líderes que pidió no liquidar la EPS temiendo que una deuda de $42.000 millones se quedara sin pagar y arrastrara a esa institución a la quiebra.

Así mismo, una migración masiva de sus 1,6 millones de afiliados, en su mayoría del régimen subsidiado, generó nerviosismo entre otras EPS.

Carlos Mario Ramírez, exgerente de Savia Salud y uno de los líderes que impulsó su creación en 2013, explicó por ejemplo que, solo en el caso de Antioquia, una EPS como SURA podría recibir cerca de 700.000 afiliados en caso de una liquidación, incrementando la presión en su funcionamiento.

Lo que se viene para la aseguradura

La prórroga de la SuperSalud implicará que la EPS podrá seguir avanzando en la implementación de un plan de mejoramiento necesario para ver levantada la vigilancia de la que es objeto desde 2017.

Cabe recordar que, además de las gestiones que debe implementar para mejorar la atención de sus afiliados, Savia también avanza en un plan de capitalización, con el que busca inyectar recursos frescos a sus arcas y reducir su nivel de endeudamiento con la red hospitalaria.

Este último plan, que representa el único camino para mejorar sus golpeados balances financieros, no ha podido quedar en firme por cuenta de varios requerimientos pendientes ante la Superintendencia.

Sobre ese tema, la gerente de Savia Salud, Lina Bustamnte, señaló que la organización esperaba tener una ventana de por lo menos ocho meses

No obstante, la SuperSalud consideró que los indicadores jurídicos y financieros siguen siendo adversos y aún faltarían por cumplir varias de las órdenes establecidas el pasado 27 de septiembre, fecha en la que esa vigilancia especial se había prorrogado por otros cuatro meses.