Las discusiones sobre el salario mínimo empiezan a tomar forma y desde ya se anticipa que será un pulso fuerte en medio de la escalada de la inflación y la pérdida de poder adquisitivo.
A finales de noviembre iniciarán las conversaciones entre empresarios, sindicatos de trabajadores y el Gobierno Nacional para acordar el incremento que tendrá el salario mínimo para 2023.
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Sin embargo, desde ya se están haciendo las primeras cuentas sobre cuánto debería subir el salario mínimo, ya que actualmente el sueldo para un trabajador en Colombia es de 1 millón de pesos, tras acordarse un incremento del 10,07 % ($ 91.474) para este año. Además, a esta cifra se le debe sumar el auxilio de transporte que es de $ 117.172.
En este contexto, y de acuerdo a lo señalado por el viceministro técnico de Hacienda, Diego Guevara, al medio digital Bloomberg Línea, el salario mínimo para 2023 quedaría entre $ 1.110.000 y $ 1.150.000, es decir que el aumento estaría entre el 11 % y 15 %.
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“Las proyecciones del Gobierno están en que la inflación terminará alrededor del 10 % o 10,5 %. Así las cosas, el aumento tendrá que ser de eso, más un punto de productividad, que es producto de la dinámica económica y el buen desempeño que se registró este año”, dijo el funcionario.
Mientras que Corficolombiana considera que el incremento no debería ir más allá de 15 %, teniendo en cuenta que la inflación ya está en 11,44 % anual.
Pero, ¿qué opinan las centrales obreras sobre las proyecciones que hace el Gobierno nacional para fijar el salario mínimo para 2023?
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De acuerdo con Timoteo Romero, tesorero de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), aún no se ha definido el porcentaje del incremento que deberá tener el salario mínimo para el 2023.
“Esta semana tendremos reuniones con algunos economistas para sacar las cifras, pero seguramente el valor estará por encima de lo planteado por el Gobierno y los mismos empresarios, ya que la inflación “se devoró el aumento” que se realizó el año anterior. Lo mismo sucederá este año si no se hace un incremento razonable”, manifestó Timoteo Romero, tesorero de la CUT.
En el caso de los gremios, aunque están manejando con extrema cautela el tema, ya han activado las discusiones con respecto al salario mínimo que tendrá el país el próximo año.
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En este sentido, la mayoría de empresarios del país se inclinan a que el salario mínimo debe subir solo un par de puntos por encima de la inflación y advierten que es importante esperar a que se conozca el dato de productividad.
A esta discusión hay que añadir lo manifestado por un grupo de investigadores del Banco de la República, quienes reviven una vieja propuesta en el país: tener un salario mínimo por regiones, dependiendo de la productividad (informalidad) laboral en cada una de ellas.
Así las cosas, el país se dividiría en cuatro regiones y la política se implementaría durante cinco años.
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La capital del Meta hace parte de las ciudades del Grupo 3 (Armenia, Ibagué, Neiva y Pasto) donde el ajuste salarial sería del 50 %.
Sobre esta propuesta, que aparece nuevamente en el panorama laboral del país, Timoteo Romero dijo que: “Esa propuesta es una trampa, porque pueden aprobar salarios diferenciales que en promedio estén por debajo de la inflación”.
Por su parte, Oscar Loaiza Pava, docente de economía de la Universidad Piloto de Colombia, le dijo a Llano SIE7EDÍAS que fijar un salario mínimo por regiones atado a la productividad solo es conveniente para las empresas.
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“Esta propuesta es inconveniente para los trabajadores, para las familias y en general para la sociedad, particularmente en un país como Colombia esto sólo podría acentuar las desigualdades”, aseguró el docente universitario.
Y agregó: “Tener regiones donde se paga menos por el trabajo condena a la población a la pobreza, además de que les haría inalcanzable acceder a la salud desde el contributivo, así como al sistema pensional”.
Por otro lado, el docente universitario se refirió a los efectos que tendrá el aumento del salario mínimo sobre la inflación.
Las empresas se verán afectadas en el 2023
“Actualmente experimentamos una inflación por el lado de la oferta, quiere decir que los bienes y servicios ya están llegando caros al mercado nacional. Si a esto le sumáramos más dinero en manos del consumidor podríamos empeorar el panorama inflacionario. El ajuste de precios de comienzo de año se hace sobre la inflación que está disparada y en algunos casos sobre el salario mínimo, por tanto, esta decisión debe ser muy sensata ya que de otra parte debe compensarse la pérdida de poder adquisitivo del salario en el último año”, manifestó el docente Oscar Loaiza.
Para terminar, el docente Oscar Loaiza advirtió que el alza del salario mínimo para 2023 afectará a las empresas del país, sobre todo en las regiones.
“El año entrante se muestra muy complejo para las empresas, quienes además del alza de las tasas de interés y la devaluación del peso, deberán enfrentar la caída de la producción mundial y seguramente la caída de la demanda en algunos mercados”, indicó Oscar Loaiza.
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