Luego de 4 años de operación, la compañía cerrará todos sus locales por decisión del Grupo Nutresa, que manejaba la marca en Colombia.

Según el diario La República, la marca ingresó al país bajo el modelo de franquicia porque no conocía (muy bien) el mercado colombiano. De hecho, entró con la promesa de abrir hasta 25 puntos de venta en todo el país, algo que no se logró.

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Dicha situación recordó otras similares que le han ocurrido a marcas estadounidenses. Por ejemplo, T.G.I Fridays entró en quiebra en 2016 y cerró sus 7 restaurantes, unos en Bogotá y otros en Barranquilla. Sus deudas sumaban 24.508 millones de pesos, señaló ese mismo diario.

La cadena de hamburguesas Wendy’s también salió en 2004. Su plan inicial era de poner 15 restaurantes en Cali y en Bogotá. Incluso, en 2009 sonó mucho su intención de regresar al país, pero no se logró.

Chili’s, por su parte, cerró en Colombia poco a poco y su reemplazo, en uno de sus puntos, fue Hooters. Taco Bell, que alcanzó a operar 6 restaurantes desde 2010 en el país, también ha cerrado de forma paulatina.