“No creo que sea ciencia ficción. Alguien tiene que hacerlo, y yo estoy dispuesto a morir intentándolo”, afirmó Asprey a BBC Mundo, y además contó que ya gastó un millón de dólares en su propósito.

Actualmente, este empresario estadounidense tiene 45 años y es el fundador de una marca de café. Además, es reconocido en el mundo porque se define como un “biohacker profesional”, es decir, una persona que “usa la ciencia y la tecnología para intentar mejorar su salud ‘pirateando’ o ‘hackeando’ su propia biología”, describe ese mismo medio.

Entre las ‘locuras’ que ha hecho Asprey para intentar vivir 180 años se destaca extraer su médula ósea cada seis meses para conseguir células madre e inyectarlas en el cuerpo. También ha gastado miles de dólares mejorando el funcionamiento de su cuerpo y cerebro.

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Los métodos que utiliza para prolongar su vida han sido criticados por varios médicos, que incluso enfatizan en que el café que fabrica, que supuestamente mejora la salud mental y física de quienes lo consumen, no tiene certificación médica y no es saludable.

Este excéntrico empresario asegura también el café de su empresa le ayudó a cambiar la vida e, incluso, a perder 45 kilos, agregó BBC.

Pese a la particular historia de Asprey, no se descarta también que todas sus locuras estén relacionadas con una estrategia para vender más y posicionar su café que le deja millonarias ganancias.