
El presidente Gustavo Petro ha insistido públicamente en recuperar una empresa estatal que lidere el manejo de la conectividad en Colombia. Para lograrlo, ha puesto sus ojos en Internexa S. A., compañía especializada en servicios de telecomunicaciones, con presencia internacional y que pertenece al grupo ISA, a su vez controlado por Ecopetrol.
Según reveló El Tiempo, desde hace varios meses el Gobierno busca que Ecopetrol adquiera a Internexa para convertirla en una nueva versión de la antigua Telecom. La idea es que esta empresa maneje redes de fibra óptica dentro y fuera del país, conectando a Colombia con regiones como Europa, Norteamérica y Asia.
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Pero aunque el interés del presidente está más que claro, la negociación va por mal camino. Documentos y comunicaciones a los que accedió el medio citado muestran que ISA y Ecopetrol no logran ponerse de acuerdo en el precio de venta. ISA habría ofrecido la compañía por un valor cercano a los 890.000 millones de pesos, pero Ecopetrol respondió con una contraoferta mucho menor: apenas 400.000 millones.




La diferencia ha sido suficiente para que las conversaciones se estanquen. De hecho, según El Tiempo, la junta directiva de ISA calificó la oferta como “insuficiente” y decidió rechazarla. Esto, a pesar de que Petro ha dicho que Internexa es esencial para su estrategia de conectividad nacional.
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La situación se complica aún más por los impedimentos de varios actores clave. Según El Tiempo, Ricardo Roa, presidente de Ecopetrol, y David Riaño, miembro de la junta de ISA, se apartaron del proceso por conflictos de interés. A ellos se suma Saúl Kattan, asesor del Gobierno y actual gerente encargado de Internexa, quien tampoco está involucrado en las negociaciones.
En paralelo, Internexa mantiene inversiones activas en varios países como Perú, Argentina y Brasil, lo que para ISA refuerza su postura de no aceptar una venta por debajo de su estimación.




Ecopetrol se ha adelantado al negocio
Mientras tanto, Ecopetrol ha despertado críticas dentro del propio Gobierno por explorar la compra o arriendo de oficinas nuevas, en momentos en que afirma no tener caja suficiente para cerrar el trato con ISA. Entre las opciones estaría un proyecto inmobiliario en Bogotá con helipuerto incluido.
Por ahora, la idea de Petro de devolverle al país una gran empresa de telecomunicaciones parece congelada. Desde Casa de Nariño no descartan intervenir directamente para intentar destrabar la negociación.
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