En la segunda jornada del día sin Iva en 2022, fecha esperada por muchos colombianos para realizar sus compras, surge la siguiente pregunta ¿conoce cuáles son los factores que existen detrás de una decisión compra?
Está comprobado que, la asesoría financiera que reciben las personas por parte de profesionales influye en el 80 % de las decisiones que toman a diario sobre su futuro financiero y esto incluye el consumo.
Cuando el ser humano enfrenta una situación que requiere de acción inmediata, es decir, tomar una decisión, el cerebro analiza las circunstancias desde diferentes patrones emocionales y mentales que, algunas veces, impiden la correcta interpretación de la información que se tiene alrededor, por lo anterior, estos patrones pueden ocasionar que se actúe de forma irracional.
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En este sentido, los sesgos mentales actúan como dichos patrones o filtros con los que su cerebro toma decisiones.
El programa de finanzas personales de Financiera Progressa, ‘Progressa Financieramente’, con base en estudios y literatura liderada por Daniel Kahneman (2002) y Richard Thaler (2017), principales exponentes de la economía conductual, definió unos sesgos mentales y emocionales que comparte con la opinión pública con el objetivo de que los colombianos aprovechen de la mejor manera sus compras sin afectar su bolsillo y el de su hogar:
- Sesgo del presente, postergar un objetivo por un antojo
Si es de los que contempla todo un escenario de inversión para ese dinero extra que tiene en la cuenta, pero, de la nada, decide gastarlo en un antojo de último momento, entonces este patrón podría representarlo.
- Efecto manada
¿Siente que vives en un dejavú constante con su situación financiera? Somos sociales por naturaleza e inconscientemente imitamos lo que nuestro entorno más cercano hace con el dinero, es decir: padres, familia y amigos. Revise si hay alguna tendencia negativa que está replicando y enfóquese en dejarla atrás.
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- Atención limitada
Si siente que nunca les presta atención a sus finanzas, empiece a detallar en qué gasta su dinero, cuánto de su ingreso mensual destina a ahorro o pago de créditos. Conocer el panorama le permitirá encontrar oportunidades de mejora.
- Sesgo del encuadre
Está comprobado que el 80 % de las decisiones financieras que toman las personas, están influidas por cómo se presenta un producto o servicio, además de la asesoría que recibe el cliente. Por eso, recuerde: entre más informado esté, más fácil le será tomar las decisiones económicas que hagan crecer su dinero.
- Sesgo del Status Quo
¿Normalmente le cuesta tomar decisiones? Si la respuesta es sí, es probable que este patrón se alinee a su forma de actuar. Está relacionado con la resistencia al cambio. Verifique si las decisiones financieras sencillas le cuestan más de lo común y, paso a paso, empiece a salir de la zona de confort. Hay un mundo de posibilidades que se esconden detrás del miedo.
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- Efecto anclaje
¿Se queda siempre con la primera opción? Si le gusta ver alternativas, revisar, conocer, buscar información y al final siempre elige la primera opción que consultó, entonces es de los que le da mayor prioridad e importancia a la primera información que recibe su cerebro. Ahora que lo sabe, identifique las primeras alternativas que escucha y dele la oportunidad de comparar con las siguientes, así tomará una decisión mucho más sensata.
- Exceso de optimismo
Siempre será mejor ver el vaso medio lleno, pero tenga cuidado con pasar el límite. Las cosas no salen bien porque sí, es necesario tomar acciones para redireccionar el rumbo de las situaciones. ¿Ahorra menos de lo que necesita? ¿Va al médico menos de lo que debería? Pregúntese y accione.
- Contabilidad mental
Es común encontrar que las personas distribuyen el dinero definiendo “tanto para servicios, esto para mercado, lo siguiente para pagar créditos, etc”, así crean cuentas mentales independientes y las clasifican según la importancia que tenga cada una. Ahora, la recomendación es darle un mejor uso al dinero, analizando el ingreso como un todo. Por lo anterior, es probable que una persona prefiere tomar un crédito para cubrir alguna necesidad, en vez de hacer uso del ahorro que ha construido por un periodo definido de tiempo, ya que este le ha requerido mayor esfuerzo.
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