Uno de los peores escenarios para quienes tienen deudas elevadas o con un tiempo en mora prolongado es un embargo. Se trata de una medida de aseguramiento sobre un bien inmueble, para garantizar el pago de una obligación. Generalmente los bancos son quienes toman esa decisión.

Ese proceso judicial es ordenado, como cualquier otro, por un juez de la República, que decide retener algún tipo de bien, ya sea un carro, una casa u otra propiedad, mientras la deuda es saldada en su totalidad mediante un acuerdo.

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Puede ser de dos tipos. El embargo preventivo, que se produce antes de que el juez tome la decisión final, y que permite maniobrar para pagar la deuda o hacer un acuerdo. Y el embargo ejecutivo, que ocurre cuando el mismo juez toma la decisión.

¿Qué entidades están autorizadas para adelantar un embargo?

Pese a que un jurista es el que dicta esta decisión, lo cierto es que varias entidades estatales pueden solicitar un proceso de este tipo. Según el portal Datacrédito Experian, estas son algunas. 

  • La Dian
  • Secretarías de Hacienda 
  • Consejo Superior de la Judicatura
  • ICBF 
  • El Sena 

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Tres consejos para evitar un embargo

1. Contacte un abogado

Un abogado es una buena opción si usted sospecha que podría ser sujeto de este proceso judicial. Asesorarse de un jurista puede ayudar a evitar daños mayores a su patrimonio e instruir para saber qué hacer en un caso de estos. 

2. Llame a su entidad crediticia

Es importante que se ponga en contacto con el banco que tiene su crédito atrasado. Debería explicarle su situación financiera o la de su empresa. Trate de tener buena disposición para ello y así podrá conseguir un acuerdo. 

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3. Haga planes para remediar esa situación

Si una empresa se ve envuelta en un problema de este tipo, es preciso que evalúe soluciones rápidas y poco dañinas, como vender algunas acciones de la compañía o recibir ingresos adicionales por nuevos servicios, que no requieran previa inversión. 

4. No ignore el problema

Entre más tiempo pase la obligación en mora es peor, pues los intereses cada vez aumentan más y puede ser mucho más complicado solicitar un nuevo acuerdo con la entidad bancaria. Siempre es mejor mantener una comunicación efectiva con esta.