Por: El Espectador

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Este artículo fue curado por Andrea Castillo   Ago 15, 2023 - 10:22 am
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Tres semanas después de que el general William Salamanca se posesionara como director de la Policía, el alto oficial inició una serie de reuniones de primer nivel con autoridades internacionales con el fin de dar los primeros pasos en dos temas claves para la estrategia de seguridad en la administración de Gustavo Petro: la lucha contra el crimen transnacional y los ciberdelitos.

Puntualmente, el lavado de activos de las mafias a través de las criptomonedas, la moneda digital que se usa en Internet para hacer transacciones legales, pero que también es usada por grupos criminales para darle apariencia de legalidad a sus dineros del narcotráfico, tráfico de armas, explotación sexual, asesinatos, entre otros delitos.

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Lo que pudo conocer este diario es que el general Salamanca tiene como propósito fortalecer la cooperación internacional en esta materia como parte de su cambio en la perspectiva de la lucha contra el narcotráfico: capturar a los capos narcotraficantes que se mimetizan entre la sociedad y decomisar sus fortunas. Un asunto que también le preocupa, y mucho, a Estados Unidos y la Unión Europea. Es por esto que, entre junio y julio de 2023, Salamanca se reunió con el vicefiscal de Estados Unidos, Kenneth Polite; una delegación del Departamento de Seguridad del Congreso de Estados Unidos y Jürgen Stock, secretario general de Interpol, conocido como la policía mundial. Es decir, con los duros de la seguridad mundial.

“La idea es priorizar el impacto a esta cadena del narcotráfico y otros delitos que viene lavando a través de las criptomonedas. Es un fenómeno de la delincuencia que viene en auge y estamos conformando un equipo especializado en la policía colombiana. El FBI y la CIA llevan años intentando frenar esta práctica, pero entendieron que esto es una problemática que se les salió de las manos porque necesita una coordinación mundial de las autoridades, ya que las criptomonedas no tienen un banco o emisor único y están descentralizadas. No se trata de estigmatizar este tipo de transacciones, al contrario. El reto es identificar su procedencia”, dice un alto oficial de la inteligencia de la Policía.

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Para darle dimensión de este asunto en Colombia, la Policía hizo un trabajo de investigación sobre cuánto dinero se mueve en el país a través de criptomonedas. Un documento de la DIPOL, en poder de este diario, arroja dos datos impensados sobre el enorme movimiento de comercio digital: primero que, entre 2022 y marzo de 2023, se hicieron transacciones desde y hacia Colombia por más de $ 27.000 millones de dólares. Segundo, que a diario desde China se mueven a Colombia entre $ 1 a 5 millones de dólares. Tal movimiento de dineros tiene a Colombia como el decimoquinto país que hace transacciones con criptomonedas en el mundo y el quinto en la región después de Brasil, Argentina, México y Venezuela.

Los primeros pasos de la Policía contra el “criptolavado”

Luego de estas reuniones de alto nivel, Salamanca ordenó a la Dirección de Inteligencia de la Policía (DIPOL) conformar un cuerpo élite de policías para que se enfoquen en la lucha de este tipo de lavado, el cual ahora es conformado por cerca de 80 experimentados uniformados. Un integrante de ese equipo especial le contó a este diario que estas maniobras de las mafias con criptomonedas también se hacen en la deep web, conocida como internet oculta o profunda. Allí están situados portales digitales que no están anexados a los motores de búsqueda y en donde también el mundo del crimen lleva años ofreciendo sus servicios ilegales: tráfico de armas, de niños y órganos, explotación, sicariato, falsificación de documentos, venta de opioides fabricados clandestinamente, ataques cibernéticos, entre otros.

En la Internet profunda, dicen las autoridades policiales, es difícil rastrear qué tipo de personas están haciendo las transacciones con criptos, pero con la reciente colaboración de las autoridades de los Estados Unidos y europeas, la policía colombiana ahora tiene en su poder programas que le permiten romper barreras digitales que antes dejaban en el total anonimato a los criminales.

“Aún no se puede determinar totalmente quién está detrás de cada pago con criptomonedas, pero sí nos permite tener más información que antes”, dice uno de los agentes de la DIPOL. Pero la Policía también ha echado mano de otras acciones para seguirle la pista a los lavadores con criptomonedas.

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Por ejemplo, la DIPOL detectó que las criptomonedas más usadas en el país son el Bitcoin, Ethereum, Litcoin, Dogecoin y USD Coin, las cuales son movidas de manera digital o a través de 39 cajeros automáticos físicos, ubicados en Bogotá (26), Medellín (4), Bucaramanga (2), Pereira (2), Cali, La Hormiga (Putumayo), Cartagena, San Andrés Islas y Armenia, con uno, respectivamente. Ese mapeo de los cajeros le ha permitido a los agentes de inteligencia hacerle seguimiento a personas que estarían lavando la plata de las mafias, principalmente, personas ligadas a estructuras mafiosas de Cali, Medellín y la Costa Caribe.

“Uno se encuentra con personas que cada tanto están haciendo transacciones sospechosas en esos cajeros automáticos”, dicen los investigadores policiales. El documento de la DIPOL señala que el uso de las criptomonedas en Colombia no está regulado, sin embargo, “por medio de plataformas legales como Bitrefill o Uphold es posible comprar tarjetas prepago o de crédito para realizar recargas móviles, transacciones y realizar compras en más de 122 establecimientos de comercio y almacenes de cadena. El modo más utilizado por los grupos delincuenciales es el smurfing (atomización), el cual consiste en realizar varias transacciones por cantidades menores para no activar alarmas”.

Gracias a estas investigaciones, la Policía y EUROPOL, hace aproximadamente un año tienen identificadas dos personas que viven en África y que le lavan la plata a los narcotraficantes colombianos a través de las criptomonedas, pero que públicamente tienen fachada en actividades comerciales. El Espectador conoció sus identidades, pero no las publica para evitar entorpecer la investigación, la cual determinó que han lavado, más de $ 3 millones de dólares. “Esperamos que en los próximos meses se den algunos resultados operacionales para desarticular esta red criminal”, dicen las fuentes del caso, quienes advierten que podrían tener más resultados si en Colombia estuvieran reguladas las criptomonedas.

Un asunto que se intentó adelantar en la pasada legislatura del Congreso a través de un proyecto de ley que pretendía regular las criptomonedas. Aunque pasó tres de los cuatro debates requeridos, no alcanzó a aprobarse el último debate en la Plenaria del Senado antes del 20 de junio de 2023, cuando acabó oficialmente la legislatura. “Una ley nos permitiría tener más información sobre qué personas están haciendo transacciones injustificadas. Se pondrían más funcionarios del Estado, no solo policía, a revisar que este tipo de movimientos no estén financiando a grupos criminales. Además, es fundamental que existan más controles para reducir la fuga de dineros que serían claves para el desarrollo del país”, dice un alto oficial de la DIPOL.

Así las cosas, la Policía sigue investigando el criptolavado, en el cual, a través de agentes infiltrados, han identificado varias pirámides que estafan a sus inversionistas en Colombia, segundo país en el mundo en el que más suceden este tipo fraudes, detrás de Estados Unidos. También la inteligencia policial logró identificar a un grupo de colombianos que interceptaron operaciones legales con criptomonedas a través de métodos que, incluso, los tienen perplejos. “Son métodos futurísticos, algo que jamás hemos visto”, dice uno de los investigadores del caso. Por ahora, la Policía sigue enfocada en develar a los grandes narcos que pasan de agache, que ahora están lejos de la tradicional estética mafiosa, y ahora pueden revestirse de mil formas o mantenerse anónima frente a una pantalla.

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