Carolina Bolaños explicó en el diario El Tiempo que para poder estudiar tuvo que acceder a la modalidad de crédito ‘Acces de largo plazo’ con el Icetex, en el que durante su permanencia en la universidad el estudiante paga el 25 % y un año después de graduarse comienza a amortizar el 75 % restante.

El total de su deuda era de 25 millones de pesos y las cuotas que le estableció la entidad fueron de 250.000 pesos mensuales a nueve años de plazo, sin embargo, su meta era “tratar de pagar eso en 5 años” porque nueve le parecían una eternidad.

Los primeros semestres fueron cómodos porque no debía pagar una gran cantidad, razón por la cual, tan pronto comenzó su práctica profesional, empezó a abonar a la deuda y cuando ingresó a trabajar decidió “apuntarle a pagar lo más pronto posible”, dijo en el medio.

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Ella cuenta que no adquirió el año de gracia que el Icetex le brinda a los graduados después de terminar la carrera y decidió comenzar a abonar desde el primer momento en el que obtuvo su título y explicó:

“Lo primero que hice fue ahorrar de donde fuera para abonar entre 500.000 y 600.000 pesos mensuales…. Tuve que hacer todo tipo de sacrificios, desde ser medida en lo que compraba, olvidarme de las salidas con las amigas, hasta pensar mil veces antes de gastar en comida”.

Vale resaltar que Carolina fue una persona afortunada porque logró conseguir un empleo como profesional estable y con garantías el cual le permitió continuar abonando al saldo, suerte con la que no todos los graduados pueden contar.

Después, con una liquidación cercana a los 9 millones de pesos que obtuvo gracias a su trabajo, hizo de cuenta que no la recibió y la abonó toda al crédito. “No me importó quedarme sin nada, sin pensarlo mucho pagué la deuda”, manifestó.

Aunque no dio detalles específicos, con lo anterior se puede inferir que a través de los pagos superiores a la cuota pactada que realizó durante sus prácticas, sumados a los que realizó recién graduada desde que comenzó a trabajar en su profesión y el abono de su liquidación, Carolina selló su compromiso.

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“Actualmente puedo decir que no fue en nueve, que era lo que quería el Icetex. Tampoco en cinco años, que era a lo que me había proyectado. Lo logré en tan solo dos años y medio gracias a un milagro. Aún pienso en eso y recuerdo ese sentimiento de libertad que solo puede entender alguien que también ha vivido lo mismo”, añadió Carolina.