Bancolombia recopiló algunas de las historias más inspiradoras de emprendedores colombianos y las unió en ‘Desde los Orígenes’, una iniciativa que exalta la construcción del país con sentido social.
Adriana Arismendi, vicepresidenta corporativa de Mercadeo y Ventas Digitales de Bancolombia, contó a Pulzo cuál es el propósito de presentar estas historias a los colombianos.
“Queremos dar luz a esas historias que hemos acompañado desde que eran muy pequeñas, hasta verlas convertirse en historias grandes que construyen país y ayudan a sus comunidades. Son historias inspiradoras de hombres y mujeres que trabajan todos los días por sacar a este país adelante”, indicó Arismendi en diálogo con Pulzo.
Una de esas historias inspiradoras es la de Aydee Botero, gerente de El Llano SAS, empresa que comercializa productos lácteos en Llanos de Cuivá, Yarumal (Antioquia).
Botero dijo a Pulzo cómo el apoyo de Bancolombia fue clave para construir un proyecto empresarial que les cambió la vida para bien a los habitantes de esa zona antioqueña.
“La iniciativa impactó la región de una forma favorable. Hemos sido responsables en lo que hacemos, lo hemos hecho con respeto por los clientes y los proveedores. Lo hacemos con sentido de responsabilidad social“, manifestó Botero a Pulzo.
Añadió que fue un cambio que involucró un proceso de sentarse con la comunidad y resolver todas las dudas que pudieran tener al pasar de producir de una escala pequeña a una más grande.
“Lograr que el campesino confíe en alguien es difícil. Pero cuando llegamos con cosas reales, los escuchamos y somos humanos, terminamos ganándonos la confianza para tecnificar el trabajo. Ellos valoran mucho la ayuda que se les da”, señaló Botero en Pulzo.
A unos 218 kilómetros de Yarumal, en Unguía (Chocó), se construyó otra historia de emprendimiento que cambió favorablemente la vida de los habitantes de la región.
La historia tuvo origen gracias a Ana María Murillo, una mujer con proyección y con mirada progresista que ideó el proyecto que llevó electricidad al caribeño pueblo del Chocó. Aunque la tarea nunca fue fácil, la esperanza por mejorar la calidad de vida de su comunidad no le permitió detenerse. Por ello, durante casi todo 2019, la búsqueda por hacer realidad sus anhelos se convirtieron en los primeros destellos de luz para cruzar el camino de lo que apenas estaba plasmado en el papel y lo que con tenacidad se convirtió en una empresa innovadora y con sentido social.
Ana María Murillo, gerente de Genercol, detalló a Pulzo cómo la instalación de una planta de generación de energía solar puso a celebrar a los habitantes en una de las zonas más olvidadas históricamente por los colombianos.
“En Genercol tenemos toda la actividad de administración, operación y mantenimiento de la planta de generación eléctrica de Unguía. Tratamos de ayudar a la formación de la comunidad, de especializarlos en sus conocimientos, para que un día ellos sean los líderes de proyectos”, indicó Murillo en diálogo con Pulzo.
Agregó cómo Bancolombia fue un pilar clave en la organización del proyecto y la manera en la que los propios trabajadores del banco ayudaron a la materialización del mismo.
“Empezamos a querer algo distinto desde lo privado, con un diseño que sea nuestro y se acople a las necesidades de la comunidad. Le dijimos a Bancolombia que teníamos este proyecto, lo presentamos, hicimos el estudio financiero y logramos un crédito. Todos los funcionarios del banco fueron colaboradores para ayudarnos a sacar esto adelante”, señaló Murillo en Pulzo.
Las historias de emprendimiento se dan en todas las alturas de la diversa geografía colombiana. Y muestra de ello es la de Aurora Izquierdo, lideresa indígena de la Sierra Nevada de Santa Marta, que soñó un día con mejorar la calidad de vida de su comunidad sin perder la identidad de sus tradiciones y costumbres.
Así, encontró una forma de compartir un mensaje al mundo sobre la importancia de respetar la naturaleza, sin dejar de aprovechar los frutos que esta brinda. Con la mirada en el futuro y el respaldo de su conocimiento, propuso organizar la economía propia de las comunidades indígenas y campesinas de la Sierra Nevada con un producto exportable y distintivo de nuestro país: café orgánico y sostenible. Fue así como buscó a alguien que creyera en su idea y la ayudara a materializarla.
Para ello, su aliado fue Bancolombia, que respaldó a la comunidad con apoyo y educación en los procesos financieros de su negocio. Y el objetivo se logró: junto a su gente, y con el apoyo de Bancolombia, Aurora aportó al mejoramiento de la calidad de vida de su comunidad, sin perder esa identidad, tradiciones y costumbres que caracterizan a los habitantes de la Sierra.
*En alianza con Bancolombia.
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