Si hay un baluarte en la consecución de un nuevo título para el Junior de Barranquilla ese es Vladimir Hernández, jugador que en sus épocas de infancia tuvo que vender obleas para sacar adelante a su familia.
(Vea también: Vladimir Hernández ilusiona con volver a sus viejos tiempos con Junior de Barranquilla)
El mediocampista, que resalta entre sus compañeros por su baja estatura, pero también por su gran talento para jugar al fútbol, anotó el agónico gol (2-1) que le dio a Junior la posibilidad de pelear la estrella de Navidad frente al Deportivo Independiente Medellín (DIM), cuando ya se veía casi que opaca, desde la tanda de los penales.
A la postre Junior se coronó campeón del fútbol colombiano gracias a que sus cinco pateadores anotaron sus disparos desde el punto blanco del penalty y a que su arquero Sebastián Mele logró atajar el tiro de Daniel Torres.
Es por eso que Vladimir Hernández, el número 16 del equipo, quiso quedarse con ese recuerdo para siempre no solo en su memoria, sino tatuado en su piel con colores básicos.
El tatuador, José Curcho, dibujó una estrella, un número 10 (las veces que Junior ha levantado el trofeo de campeón en Colombia) y el número 89 (minuto en que Vladimir Hernández sacó un zapatazo con pierna derecha que infló la valla del DIM.
También, los números 13, 12, 23, los cuales corresponden a la fecha en la que el conjunto rojiblanco levantó el trofeo de la Liga Betplay II luego de ganarle al cuadro paisa.
Acá, el arte que plasmó en su piel el volante creativo del cuadro ‘tiburón’.
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