De esta forma el Gobierno tiene una respuesta contundente a los nuevos episodios de violencia en el fútbol del país, con la interrupción del partido PAOK-AEK el domingo tras la irrupción en el césped de Ivan Savvidis —propietario del Salónika— con un arma en la cintura, para protestar por el arbitraje.

El polémico dirigente, un empresario greco-ruso de 58 años, es buscado este lunes por la policía griega, que emitió una orden de arresto por “violación de la ley deportiva”, señaló una fuente de la investigación.

“En el marco del procedimiento de flagrante delito, Savvidis será arrestado si es localizado antes de la medianoche”, precisó la misma fuente. “Si no es localizado, será perseguido según el procedimiento normal”, añadió.

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Según la fuente, Savvidis “posee una licencia” para portar armas, por lo que la orden de arresto corresponde a su invasión del terreno de juego.

El partido del domingo disputado en Salónica fue detenido en el minuto 90 cuando un gol del defensa del PAOK Fernando Varela fue primero anulado por fuera de juego por el árbitro Giorgos Kominos, lo que condujo a una fuerte protesta del equipo local, tras la cual el AEK dejó el terreno.

El AEK denunció que Savvidis entró al campo con la pistola en la cintura para amenazar a Kominios.

Unas tres horas más tarde, Kominos cambió su decisión concediendo el gol al PAOK lo que le permitiría hacerse con la primera plaza delante del AEK si esta hipotética victoria por 1-0 fuera acordada.

Kominos no pudo convencer a los jugadores del AEK de regresar al terreno al temer por su seguridad.

Con información de AFP