Cuando faltaban 15 kilómetros para la meta, por culpa de una moto que estaba mal estacionada en la carretera, hubo una caída masiva en el lote principal, en la que se vieron afectados principalmente los líderes del Sky, Geraint Thomas (que estaba peleando por conservar su segundo lugar en el podio general) y Mikel Landa, además de Adam Yates del Orica.
Estos corredores se pudieron reincorporar en la carrera, pero no a buen ritmo y llegaron a 5 minutos del ganador, Nairo Quintana, del equipo Movistar que atacó en la montaña.
“La moto no debería haber estado ahí. Pienso que todos vimos eso, pero también creo que el tipo de la moto no se percató de eso y seguro no se siente muy bien por lo que pasó”, dijo David Brailsford, señala Velonews.
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“Creo que tenemos que volver atrás y echar un vistazo a esto y hacer las preguntas necesarias. ¿Qué pasó?, ¿por qué ocurrió?, etcétera”, agregó.
Mauro Vegni, director del Giro de Italia, explicó que el policía en cuestión se estacionó ahí para decirle a unos fanáticos para que se corrieran y buscar precisamente cuidar a los corredores.
“Tal vez fue un error de juicio detenerse donde lo hizo, en un estrecho tramo de carretera. Podría haber hecho 100 metros más adelante”, reflexionó, a la Gazzetta dello Sport, citada por Cycling Weekly.
No obstante, el dirigente sostuvo que por lo que pasó no se puede olvidar el servicio que presta cada policía a la carrera. “No quiero arruinar la vida de alguien que ha trabajado por muchos años, cada día en la nieve y la lluvia, para ayudar a guiar y cuidar a los ciclistas”, concluyó.
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