River Plate padece por estas horas un brote de coronavirus que lo tiene en una situación sin precedentes de cara al partido contra Independiente Santa Fe por la Copa Libertadores, programado para este miércoles a las 7:00 p.m.

Antes del clásico con Boca Juniors, el equipo dirigido por Marcelo Gallardo conoció que 15 de sus jugadores estaban contagiados con COVID-19. En la tarde de este lunes, esa lista pasó a ser de 20, ya que se confirmaron los positivos de cinco deportistas más.

Los nuevos contagiados son Leonardo Ponzio, Gonzalo Montiel, Lucas Vigo, Lucas Beltrán y Flabián Londoño, joven delantero colombiano de las inferiores que iba a ser convocado para este encuentro ante los puestos vacantes que dejaron sus compañeros.

Así las cosas, River Plate no tiene ni siquiera once jugadores disponibles para el partido contra el equipo colombiano. A los 20 contagiados con coronavirus se suman un par de futbolistas que se encuentran lesionados, como Javier Pinola y Enzo Pérez.

El equipo argentino solo tendría 10 jugadores en condiciones de saltar al campo de juego: Jonatan Maidana, Héctor Martínez, Fabrizio Angileri, Milton Casco, Jorge Carrascal, Agustín Fontana, Peña Biafore, Tomás Lecanda, José Paradela y Julián Alvarez.

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Lo más insólito es que el cuadro ‘millonario’ tiene a todos sus arqueros contagiados. Es por eso que le solicitó a la Conmebol que le permita jugar al quinto portero del club, Leo Díaz, quien tuvo que pararse bajo los tres palos en el partido contra Boca de este domingo y ni siquiera había debutado en las divisiones inferiores.

En caso de que la entidad rechace la petición de los argentinos, el miércoles taparía Milton Casco, quien se desempeña como lateral izquierdo.

Se espera que la Conmebol se pronuncie al respecto en las próximas horas y desde Santa Fe están atentos a cualquier medida del ente rector del fútbol sudamericana.