Después de una semana renqueante, Novak Djokovic volvió sin resentirse de su lesión en la pierna izquierda. El astro serbio se mostró pletórico este lunes para avanzar a los cuartos de final del Abierto de Australia con una lección ante la última esperanza local.

En poco más de dos horas, el serbio de 35 años endosó un contundente 6-2, 6-1, 6-2 al australiano Álex de Miñaur que, a pesar del apoyo del público de la Rod Laver Arena, no pudo hacer nada contra el nueve veces ganador de este Grand Slam que, liberado del dolor, ya piensa en el trofeo.

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El serbio pasó por encima de De Miñaur (22) en dos horas y seis minutos y se enfrentará en los cuartos de final del Abierto de Australia al ruso Andrey Rublev (5). El campeón de 21 títulos ‘major’ no acusó las molestias en el muslo de la pierna izquierda que le dificultaron los desplazamientos en sus largos duelos previos contra el búlgaro Grigor Dimitrov (27) y el francés Enzo Couacaud.

“Gracias por venir esta noche. Quería ganar en tres sets, siento que no hayáis podido presenciar un partido más largo. Los primeros juegos fueron igualados y a partir de ahí me sentí más suelto y él estaba más tenso. Tenía que enfocarme en eso”, explicó al extenista Jim Courier sobre la Rod Laver Arena.

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“Jugué el mejor partido de lo que llevamos de temporada. No he sentido ninguna molestia esta noche”, agregó ante un público que celebró con mayor ímpetu la noticia de su recuperación que la consecución del punto de partido.

Fue la tarde más placentera para un Djokovic que en rondas previas se había topado con un guerrero Roberto Carballés en primera ronda y que había lidiado con sus problemas físicos tanto en segunda contra Couacaud como en tercera con Dimitrov.

Tras tres partidos a medio gas por las molestias de la lesión muscular en su pierna izquierda, Djokovic saltó a la pista determinado a “ganar en tres sets” y plantarse por décimatercera vez en cuartos de final de Melbourne, donde espera el ruso Andrey Rublev.

Aunque el australiano, de padre uruguayo y madre española, dijo en la previa que estaba “preparado para la batalla”, la emoción duró apenas cuatro juegos, el tiempo que tardó Djokovic en pisar el acelerador en búsqueda de los 22 Grand Slams del español Rafael Nadal.

La propuesta de De Miñaur, jugador criado tenísticamente en Torrevieja (Alicante), le vino como anillo al dedo a un Djokovic que hizo trizas los golpes planos de la única esperanza ‘aussie’, que fue incapaz de abrir la pista y dominar.

La superioridad del de Belgrado se tradujo en los nueve golpes ganadores de su rival que estuvieron acompañados de 28 errores no forzados.

De Miñaur, que cayó en la misma ronda en la edición pasada, no pudo ni atacar ni defender y dio la confianza necesaria a Djokovic, que ve cada vez más cerca su corona ‘slam’ número 22, que le serviría para igualar la cifra del español Rafael Nadal (1).

Su siguiente rival será el ruso Andrey Rublev (5), con el que mantiene un cara a cara favorable de 2-1. “Es un top-10 establecido en los últimos años. Muy explosivo. Un poco como De Miñaur, así que espero que el resultado sea el mismo”, comentó sobre su próximo escollo.

Por su parte, Rublev se llevó un duelo dramático ante el danés Holger Rune (9) por un ajustado 6-3, 3-6, 6-3, 4-6 y 7-6(9).

El moscovita salvó al saque dos pelotas de partido con el 5-6 del últimos set y remontó un 0-5 en el superjuego de desempate, en el que el danés llegó a salvar dos puntos de partido antes de ceder el tercero, que fue el definitivo.