El siciliano de 25 años, que nunca había ganado un partido en Roland  Garros ni en ningún otro Grand Slam hasta esta edición, se jugará el paso a la gran final del domingo ante el austríaco Dominic Thiem, que había derrotado horas antes al alemán Alexander Zverev, afectado por unas molestias físicas en su muslo izquierdo.

Cecchinato, verdugo del argentino Marco Trungelliti y del español Pablo Carreño en anteriores rondas, es el jugador peor clasificado en el ranking mundial en alcanzar las semifinales desde que lo lograse en 1999 el ucraniano Andrei Medvedev (puesto 100), superado en la final por Andre Agassi.

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El italiano y el serbio ofrecieron un vibrante epílogo a las casi tres horas y media de duelo en la cancha Suzanne-Lenglen, con ‘Nole’ salvando hasta tres bolas de partido y gozando de otras tantas bolas para llevarse el cuarto set.

“Fue el momento más bonito de mi vida”, afirmó Cecchinato recordando el punto definitivo luego de un buen revés.

Djokovic precisó cuidados por parte de su fisioterapeuta en varias ocasiones, mientras que su rival, que acabó el partido entre lágrimas de emoción,  se convirtió en el primer tenista de su país en alcanzar una semifinal de Grand Slam desde hace 40 años.