Mariana Pajón es sinónimo de triunfo en el deporte, pero también de valentía, tenacidad y superación. La mujer alegre, de fina sonrisa y una amabilidad envidiable, sorprende con el nivel deportivo que exhibe a sus 31 años.

(Le puede interesar: “Es un sueño hecho realidad”: Mariana Pajón y el logro que le faltaba por cumplir)

Hace una semana, pese a tener una caída en la ronda clasificatoria, la antioqueña volvió a dejar su sello de calidad al imponerse en la cuarta válida de la Copa Europea en Zolder, Bélgica, donde un día antes había sido medallista de plata en la tercera parada de dicha competencia.

Lució tan fuerte, rápida y segura, que su audacia hizo olvidar las lesiones que ha sufrido (19 fracturas en manos, brazos, tobillos, rodillas, costillas, hombros) y, de paso, ilusiona con nuevas gestas.

En charla con Mariana, que en este momento está en Europa, expresa que va paso a paso, buscando la clasificación a los Juegos Olímpicos de París 2024. En la historia de estas justas, la colombiana es la máxima medallista de su deporte con dos oros y una plata. Su deseo de seguir siendo la mejor no tiene límites.

(Lea también: Campeón mundial colombiano se clasificó para los Juegos Olímpicos de París 2024)

¿De dónde saca tanta fuerza y voluntad para levantarse ante la adversidad y lograr nuevos triunfos?

“La fuerza de voluntad se entrena. Yo creo que eso también me lo han enseñado mis papás y mi entrenador mental Jonathan Bustamante… Si deseas algo, con el corazón, ganas y determinación, como sea lo consigues. Eso significa que muchas veces tienes que levantarte, limpiarte de los raspones, limpiarte las lágrimas y seguir, ya que si realmente lo quieres, pues esa voluntad le gana a cualquier dolor, a cualquier pereza o falta de motivación. Ahí es cuando esa fuerza de voluntad se convierte en disciplina y eso se entrena por mucho tiempo, más de lo que se entrena el cuerpo”.

Hasta se le vio en las redes sociales expresar que esa garra la había aprendido de su mamá, ¿qué le decía ella a usted cuando era más joven y atravesaba por momentos duros?

“Mis papás han sido fundamentales en mi carrera deportiva, pero también en mi vida, en momentos de retos, en el día a día con cosas que no son fáciles de afrontar. Me acuerdo que mi mamá siempre fue la que me motivaba si de niña me caía. Incluso mi primera vez montando bicicleta tuve una caída, y lo primero que me dijeron fue: ‘¿Te levantaste?, qué bien, eres una campeona’. Eso viene de casa, de lo que te dicen, de las personas que te rodean. Mis papás han sido muy importantes en este proceso. El domingo anterior que me caí ellos estaban motivándome para que siguiera y para que a la semana siguiente continuara esforzándome al máximo en los entrenamientos, así tuviera dolor, obviamente con cuidado”.

El año pasado, tras una caída que la hizo perder el conocimiento por minutos, decía que frente a los Olímpicos de París iba sin prisa, que ya se tomaba las cosas con calma, ahora que está cerca de clasificar, ¿cuál en su prioridad deportiva?

“Bueno, el año pasado fue de transición. Fue muy importante para mí, para mi vida personal, para lo que estaba afrontando, para todo lo que estaba sintiendo y, obviamente, para mi carrera deportiva. Nunca la abandoné por completo, simplemente bajé las cargas, miré para adentro, agarré herramientas y personas diferentes, me rodeé de gente supremamente positiva porque lo necesitaba y ahora me embarqué en un nuevo sueño, un sueño olímpico, y estoy dando lo mejor de mí. Mi prioridad es mejorar los ciclos olímpicos anteriores y, sobre todo, disfrutar muchísimo de la bici. Eso me genera motivación para entrenar y levantarme todos los días queriendo ser mejor”.

(Vea también: Lorena Arenas, primera atleta colombiana con cupo olímpico; se une a las ‘superpoderosas’)

¿Qué siente al saber que recientemente fue incluida en el libro de los Guinness Records por ser la única bicicrosista en tener tres medallas olímpicas?

“Es algo increíble. Desde pequeña les rogaba a mis papás para tener los libros de los Guinness Records. Ver cosas tan sencillas como las uñas más largas, el cabello más largo, la persona que más aguanta debajo del agua, la más alta del mundo, la más bajita… Eso me parecía lo máximo y yo decía que algún día quería lograr algo así, una hazaña. Incluso tenía muchos sueños locos para hacer con mi bici y salir en ese libro. Y bueno, se dio por resultados, no me lo esperaba. Fue una sorpresa linda, y que fue entregada junto a mi familia, en un momento chévere de mi carrera, así que eso es un logro más que guardo en el corazón”.

¿Cómo se sintió la semana pasada compitiendo contra lo mejor del BMX en Europa?

“Esta ronda europea parecía un Mundial, estaban las mejores del ranking. Para eso veníamos, para saber cómo iba nuestra preparación. Se dieron las cosas y significa que lo que estamos haciendo está funcionando. Estamos motivados, fue un fin de semana positivo en muchos aspectos, no solamente por los resultados sino por las sensaciones, la seguridad, la técnica, hay cosas que vamos a seguir mejorando, pero vamos bien”.

¿Cómo hace para mantener su alto nivel a sus 31 años y ante deportistas que vienen pisando fuerte en este deporte?

“El nivel yo creo que se mantiene. Ahora no soy como esa niña de 20 años que fue a los Olímpicos de Londres, que era incansable y a la que le decían que hiciera 50 repeticiones pero realizaba 100. Ya es un capítulo completamente diferente, se trabaja con muchísima más inteligencia, se le da demasiada prioridad a la recuperación y hacer unos ciclos muy buenos, semana tras semana. Le estamos dando más prioridad a montar sobre la bici, estar más en contacto con la pista y, obviamente, se hace trabajo de fuerza y demás, pero todo eso de manera inteligente por las lesiones que yo ya tengo, por mi recorrido. Siempre doy mi 100%. He aprendido que la alimentación y tener una buena recuperación son fundamentales para hacer las cosas bien”.

¿Para usted cuál ha sido su mayor triunfo en el bicicrós?

“A parte de las medallas de oro olímpicas, que son lo mejor que puedes conseguir en el deporte, creo que fue embarcarme a Tokio-2021 y hacerlo de la manera que lo hice, con la responsabilidad y el deseo de llegar como fuera dando lo mejor de mí, alejándome de cualquier presión de resultados, simplemente ser mi mejor versión. Tokio fue lo que me sacó de mi zona de confort. Ese ha sido mi mayor triunfo, el decir voy a Tokio con todo lo que representaba tener a mi esposo (Vincent Pelluard, bicicrosista colombo-francés que también estuvo en esos Juegos). Emocionalmente fue genial pero a la vez un reto grande por todo lo que se vivió alrededor”.

Lee También

¿Qué siente saber que al lado de su esposo Vincent también le generan alegrías al país?

“Es un tema hermoso. Sabemos lo que significa para Vincent representar a Colombia. Ahorita en Bélgica, sin pensar en ningún resultado, llegó al podio (bronce) y fue una cosa de locos. Él siempre piensa en lo bacano que es ganar para Colombia, para su club, por su familia, por la nuestra, por nuestro equipo, por lo que queremos… Eso me genera motivación, es un reto grande como familia, pero me encanta que él quiera a mi país como yo también lo amo”.

Se le ha visto muy activa en redes sociales subiendo contenido hasta de esquí o automovilismo, ¿la tientan estos deportes para practicarlos o le gustaría incursionar en otros cuando decida decirle adiós al BMX?

“A mí me encantan todos los deportes y estoy ahí si algo me reta, sobre todo si es sobre ruedas. En la parte del automovilismo y demás yo creo que va en la sangre de mi familia. Entonces seguiré haciendo cualquier deporte que me haga feliz, que me motive a moverme, a tener una vida sana, acompañada por gente que también esté en el mismo ritmo mío, con la misma motivación y valores”.

¿La ida del entrenador Germán Medina para dirigir a EE. UU. puede afectar a la Selección Colombia o cree que acá hay gente capacitada para relevarlo?

“Que Germán Medina ahora dirija a los Estados Unidos será sin duda un reto grande para Colombia, dejó una vara alta. Dejó unos resultados y sobre todo una organización y parte administrativa de cómo manejar una selección, increíbles. Pero creo que la persona que está ahora, Fabio Peña, también tiene un corazón abierto a aprender, a afrontar este reto, a querer dar lo mejor para nosotros y para el país. Entonces creo que se van a hacer las cosas bien. También depende de nosotros, es una selección madura, que tiene mucho recorrido y experiencia. Es un momento para aprovecharlo de la mejor manera”.

¿Cómo está Colombia en el relevo generacional del BMX femenino, siente que puede haber alguien que pueda coger su bandera en algún momento?

“Está en un nivel muy alto. Me impresiona ver por ejemplo los entrenamientos de la Selección Antioquia, el nivel que hay, un partidor lleno de niñas soñadoras, guerreras, que están trabajando para mejorar y que se ve el proceso y sus frutos. Y no solo en Antioquia sino en el ámbito nacional”.

¿Cómo se ve dentro de año y tres meses?

“¿Me imagino que un año y tres meses son para los Juegos Olímpicos? Bueno, primero clasificar, no me quiero saltar el proceso. Quiero dar lo mejor de aquí en adelante y deseo disfrutarlo al máximo. Obviamente la meta principal es llegar en muy buena forma. Ahora solo pienso en llegar bien a una carrera que tengo dentro de ocho días en Francia”.

¿Y en cinco años?

¿En cinco años cómo me veo? ‘Wow’, eso es una pregunta grande y larga (risas). Pero yo veo una Mariana con unos proyectos muy geniales personales y que quiere sacar adelante, no solamente profesionales sino como familia. Yo creo que van a ver muchos cambios, pero van a ser geniales”