
El primer día de competencias en París 2024 dejó momentos insólitos en el fútbol, como el polémico partido entre Argentina y Marruecos o la goleada 5-0 que sufrió Paraguay ante Japón.
Pero también en el balompié de los Juegos Olímpicos se vio un tenso momento en el encuentro que midió a Israel con Malí.
(Vea también: Frenan a potencial terrorista en París, antes de inauguración de los Juegos Olímpicos).
Este fue el momento incómodo en París 2024:
🇮🇱🇲🇱 FLASH | L’équipe d’Israël est huée lors de l’hymne face au Mali, avec la présence de drapeaux palestiniens dans les tribunes. #JeuxOlympiques pic.twitter.com/B8okn8Y6WH
— Cerfia (@CerfiaFR) July 24, 2024
En el Parque de los Príncipes (casa del PSG) se vivieron momentos de asombro cuando sonó el himno de Israel y desde las tribunas cayó una enorme rechifla.
Además, decenas de hinchas sacaron banderas de Palestina y hasta se vieron camisas con mensajes alusivos a lo que ocurre en Medio Oriente actualmente.




Unos pocos hinchas de Israel allí presentes también sacaron sus banderas y se dio un tenso momento que por fortuna no pasó a mayores.
Horas antes del juego, imágenes viralizadas en redes mostraban el inmenso despliegue policial para cuidar al equipo de fútbol de Israel. Decenas de motos, carros y hasta camiones de la policía francesa estaban a cargo de preservar la seguridad de los deportistas de esa nación.
Juegos Olímpicos de París 2024 y escenas deplorables
El otro suceso mediático de la jornada fue el partido entre Argentina y Marruecos, que se llevó a cabo en la ciudad de Saint-Étienne (a unos 500 kilómetros de París).
Allí, decenas de hinchas de Marruecos invadieron la cancha, lanzaron petardos y arremetieron con botellazos contra los jugadores argentinos y las fuerzas de seguridad.
Ese partido tuvo un hecho nunca antes visto, luego de que el agónico empate 2-2 de Argentina fuera anulado en la última jugada del encuentro, con una revisión del VAR que duró casi 2 horas (hasta que todos los hinchas fueron sacados del estadio).
* Pulzo.com se escribe con Z
LO ÚLTIMO