El arranque de la Selección Colombia Sub-20 en el torneo continental de esa categoría fue la oportunidad para recordar a un hombre que se convirtió en una figura de la ‘Tricolor’ en el pasado.

Se trata de Juan Pablo Pino, futbolista que sobresalió en el certamen de 2007 por su capacidad individual, a pesar de que en ese torneo el equipo nacional terminó eliminado y por fuera del Mundial.

A pesar de ese mal resultado para el país, su talento lo catapultó para llegar a clubes como Mónaco, Galatasaray, Olympiacos y hasta al Al Nassr, donde ahora milita el portugués Cristiano Ronaldo.

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El volante cartagenero tuvo partidos memorables en el Suramericano de 2007, como el del triunfo contra Argentina 2-1 en la fase de grupos, presentación en la que hizo soñar a los colombianos con un futuro en el equipo de mayores.

Sin embargo, la carrera de Juan Pablo Pino estuvo marcada por la irregularidad y los actos de indisciplina, por lo que después de recorrer varios países volvió al fútbol colombiano.

El jugador que en la actualidad tiene 35 años hizo parte del equipo de su tierra natal, Real Cartagena, en donde disputó los que hasta el momento fueron sus últimos partidos como profesional.

Lo llamativo es que, después de que quedó sin club en 2022, el hombre que brilló por su talento en la Selección Colombia Sub-20 se sacudió de la faceta de díscolo para asumir un nuevo camino.

Pino se dedica en la actualidad a impulsar talentos jóvenes en el fútbol nacional, en un papel de entrenador y formador de jugadores con un equipo que lleva su nombre.

“Ahora mi meta es ayudar a cumplir sueños, ese por el cual luché sin descansar, ser futbolista profesional. A todos estos muchachos que tienen ganas de llegar a la meta, les digo: ‘Creo que llegó la hora de aportar ese conocimiento adquirido durante mi carrera, es difícil llegar, pero no imposible”, escribió en una publicación en su cuenta personal de Instagram.

Lejos de los reflectores que antes lo encandilaron hacia las malas decisiones, su propósito es darles una visión concreta a sus pupilos para que se encaminen lejos de esa misma irregularidad que le impidió ser un crack de talla mundial.

Incluso, desde sus redes sociales, el volante (aún no ha confirmado su retiro de manera oficial) expone cómo es el camino de su hijo, Joshua Pino, que en plena niñez da muestras de esa capacidad heredada y los logros que ha tenido en torneos juveniles a nivel local. En una de las historias en su Instagram, se comprometió a ser su “entrenador personal”.

Justamente, después de sus extravagancias como jugador, ahora vive en ese impensado papel de hombre que impone la disciplina en los procesos de formación en un equipo de fútbol.

Este es un video de Juan Pablo Pino en su nuevo camino como entrenador, lejos de los focos que lo hicieron brillar con la camiseta tricolor cuando era juvenil.

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