Este domingo se conoció que el líder de la ronda italiana no continuaría en la carrera pese a haber ganado la contrarreloj y aumentar su ventaja respecto a sus perseguidores, pues dio positivo por COVID-19 y su escuadra Soudal Quick-Step decidió poner fin a su participación.

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Entre los afectados también estuvo el colombiano del equipo EF Rigoberto Urán, quien también abandonó la competencia horas después de terminarse la prueba individual.

Estos son solo dos de los casos que se han presentado desde el inicio de la carrera, por lo que la organización tomó una serie de medidas para evitar que se sigan presentando contagios.

De acuerdo con lo anunciado este lunes, día de descanso, las autoridades encargadas reforzarán las medidas sanitarias contra el coronavirus y obligarán a todos los corredores, miembros de staff y demás personas que hagan parte de la carrera a hacer uso de tapabocas en todas las zonas de contacto con los pedalistas.

Por medio de un comunicado, la organización detalló que las mascarillas serán exigidas, como mínimo, en la zona de meta, el podio, la zona mixta o la zona de estacionamiento de los buses de los equipos.

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Asimismo, explicó que, pese a que nada obliga a un ciclista afectado por el coronavirus a abandonar la carrera, los equipos que vean necesario retirar a sus ciclistas positivos, priorizando la salud de los corredores, podrán hacerlo sin ningún impedimento.

El Giro de Italia se reanudará este martes con la disputa de su décima etapa, la cual tendrá un recorrido de 196 kilómetros entre las localidades de Scandiano y Viareggio. La jornada contará con dos puertos de montaña (uno de cuarta categoría y uno de segunda) y una llegada propicia para los velocistas.