Según la policía civil del estado de Paraná, el cadáver del futbolista, que militaba en las filas del modesto Sao Bento (de la segunda división) tras ser cedido en junio por el Sao Paulo FC, fue encontrado el sábado en una zona rural cerca de Sao José dos Pinhais, suburbio de Curitiba.

Una fuente policial le explicó al diario Folha de Sao Paulo que el centrocampista fue “asesinado” y que tenía una herida tan profunda que casi había sido decapitado. También sus genitales fueron mutilados.

Las autoridades indicaron en un comunicado que la investigación está en un estado “avanzado” y que los miembros de la familia de la víctima darían sus testimonios, sin agregar más detalles.

En su cuenta de Twitter, el Sao Paulo FC, club con el que estaba bajo contrato desde 2015, “condenó profundamente” el asesinato del futbolista y le rindió un homenaje durante el entrenamiento de este lunes: los jugadores se reunieron en el centro del campo y le dedicaron un minuto de silencio.

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Considerado una promesa en el centro de formación de categorías inferiores de Cruzeiro, un potente club de su estado natal de Minas Gerais, Daniel Correa Freitas hizo su debut profesional en 2013 en el Botafogo, de Rio de Janeiro, jugando junto a su ídolo, el holandés Clarence Seedorf.

Su habilidad para regatear le valió el apodo de “Daniel Messi” entre sus hinchas. En 2014, el mediocampista sufrió una grave lesión en la rodilla, y desde entonces no pudo recuperar su nivel de juego.