Ganarse a los fanáticos de los diferentes equipos del país tricolor es una tarea bastante complicada. Cuando un jugador es determinante en el funcionamiento táctico de un club, se convierte en alguien indispensable para su onceno pero en una amenaza para los demás rivales. A continuación mencionaremos los cinco jugadores más respetados que han pasado por Colombia.
El primero en mencionar es Ómar Pérez, jugador argentino que vistió la camiseta del Junior, Cartagena, Medellín, Santa Fe y Patriotas. Durante su estadía en el país tricolor, el volante disputó 608 encuentros y anotó 108 goles. Aunque fue leyenda en el conjunto capitalino, Omar deleitó todos los estadios y recibió aplausos como recompensa en cada una de las ciudades donde jugó.
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Aunque Stalin Motta es un jugador sin tanta prensa y renombre, es el jugador más importante en la historia de la Equidad Seguros. En este modesto club, el bogotano ha jugado 501 partidos y ha anotado 71 goles. Por otra parte, Motta tuvo un breve paso por el Atlético Nacional (2010-2011) y mostró sus capacidades futbolisticas. El jugador de 38 años de demostró a los fanáticos de los diferentes equipos que se puede sobresalir jugando para un equipo con limitaciones deportivas.
Por su pasado en Porto y sus buenas actuaciones con la Selección Colombia, Juan Fernando Quintero fue alabado por la mayoría de espectadores en los estadios que visitó con la camiseta del Deportivo Independiente Medellín. Su calidad excepcional y goles fueron la pieza clave para ser aceptado y querido por fanáticos de diferentes clubes.
Dayro Moreno y su peculiar forma de ser lo han catapultado a ser uno de los jugadores más queridos del fútbol doméstico. Aunque en su historial tiene un par de antecedentes actitudinales que manchan su legado deportivo, es importante mencionar que sus locuras, goles y celebraciones han generado cariño en todos los futboleros.
El último jugador en mencionar es Juan Carlos Henao, este histórico arquero de Once Caldas hizo parte del plantel blanco en la obtención de la Copa Libertadores del 2004. Desde aquel logro internacional celebrado por todo el país, el guardameta se convirtió en uno de los pocos arqueros sin tasa de rechazo.
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