El Everton, con James Rodríguez como fichaje estrella, tuvo un comienzo de temporada soñado. El equipo azul ganó sus primeros siete partidos y en la Premier League llegó a ser líder en solitario, como no pasaba hace más de 50 años.

Sin embargo, en la segunda mitad del presente curso su nivel cayó considerablemente y sus ilusiones de volver a jugar torneos internacionales se fue diluyendo. Los dirigidos por Carlo Ancelotti llegaron a soñar con estar entre los cuatro primeros para jugar la próxima Champions League, en los últimos meses quedaron relegados a la lucha por un lugar a la Europa League y ahora hasta ese logro se les escapó.

Eso se debe, en gran parte, a que la presente fue la peor temporada del Everton como local desde que existe la Premier League. El equipo de James y Yerry Mina solo sumó 22 puntos de los 57 que disputó en su estadio, lo que representa solo el 39 % del total de unidades.

Como si fuera poco, el cuadro azul de Liverpool perdió 9 de los 19 partidos que disputó como local en la presenta liga inglesa. Es por eso que no resulta extraño verlo ubicado en el octavo puesto de la tabla de posiciones.

De cara a la última fecha de la temporada, al Everton le queda una posibilidad de clasificar a la próxima Conference League, torneo internacional que tendrá su primera edición en los próximos meses y se convierte en el tercer certamen internacional en importancia de Europa.

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Para clasificar, los dirigidos por Ancelotti deberán tener contra el Manchester City un mejor resultado que el que obtenga el Tottenham contra el Leicester, para así pasarlo en la tabla y quedarse con el séptimo lugar. Para dicho encuentro es un misterio si James podrá jugar, teniendo en cuenta que no fue convocado para el duelo de este miércoles porque recayó en las molestias físicas que lo dejaron por fuera de tres partidos consecutivos.